Cerca de la plaza Sucre, más conocida como plaza de San Pedro, durante todo el día los adivinos realizan el trabajo de complacer la curiosidad de hombres y mujeres de toda edad, además solteros o casados acuden para averiguar qué es lo que les depara el futuro.
Después de más de dos años, esta actividad también se reinicia ya que la pandemia del covid-19 no permitió realizar las consultas o se redujo al mínimo esta costumbre arraigada desde los tiempos de los abuelos.
Don Pedro, una persona de la tercera edad, relata a EL DIARIO que de muy joven venía a esta calles de San Pedro a consultar sobre su suerte, incluso habían pajaritos amaestrados que sacaban papelitos escritos con el futuro del cliente, pero ahora creo que está prohibido, afirmó.
Antes, por 50 centavos un peso se podía salir de la curiosidad, pero ahora está entre Bs 11 y 20, según el material utilizado para la consulta.
El personaje afirma que algunos adivinos aseguran que alguna vez les cayó un rayo y desde esa fecha tienen el poder de adivinar el futuro y que Dios les ilumina para este trabajo, relató.
Anteriormente eran más mujeres, de toda edad, las que asistían para averiguar sobre la suerte, pero actualmente veo que casi es igual la cantidad de hombres que asisten a esta actividad, pienso que es cuestión de tener fe.
De acuerdo con Urgente.bo, la costumbre de encender fogatas y la celebración religiosa católica por San Juan Bautista, fueron impuestas durante la Colonia española, pero la fiesta de San Juan tiene una relación con el 21 de junio cuando se registra el solsticio de invierno porque es un tiempo de renovación, por lo que es usual hacerse ver la suerte en plomo derretido o en un vaso de cerveza en el que se vierte una clara de huevo.
Otros optan por el plomo derretido que es echado a un balde de agua y según la forma que adquiere tiene un significado para determinar cómo le irá a la persona en un futuro. Mientras que otros adivinan mediante la hoja de coca, cigarrillos.
Ayer EL DIARIO pudo comprobar la asistencia de personas con gran ansiedad por saber el resultado que revelara el plomo o la cerveza, esta actividad se desarrolla también en otros lugares de la ciudad de La Paz, especialmente cerca de las iglesias.
En El Alto, en el sector denominado Oreja del Mono y el puente distribuidor, entre otros.