“Se coordina con el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi) para que este pan de Laja pueda ser patentado con su propio logo y registrarlo como propiedad del municipio de Laja”, indicó a la Agencia Bolivia de Información (ABI) la alcaldesa de ese municipio, Luciana Condori.
Explicó que el pan de Laja es un patrimonio cultural porque se elabora de forma natural y no tiene bromato ni conservantes; es un pan natural que sus inicios datan de hace más de 400 años.
Una patente de invención es el derecho exclusivo comercial que el Estado otorga a una persona natural o jurídica sobre un producto o procedimiento.
La familia Narváez es una de las muchas que por generaciones ha elaborado el pan artesanal y natural en Laja.
“El pan que hacemos es desde hace 70 años, somos la tercera generación, desde mis abuelos, luego mi mamá y ahora nosotros elaboramos el pan, tenemos tres hornos”, relató Verónica Narváez en entrevista con ABI.
Detalló que la receta del pan de Laja es muy sencilla: se elabora con harina, poca levadura, un poco de manteca, azúcar y agua, lo principal es que se cueza en el horno de piedra.
La jornada del 20 de octubre, fecha conmemorativa en la que Laja recibió muchas visitas, la gente hizo largas filas en la panadería para comprar el afamado pan.
“Están haciendo fila, nos está faltando el pancito; hoy, ya salieron como 5.000 panes, hay mucha demanda porque la gente vino por el aniversario”, aseveró Narváez.
Agregó que el pan que fabrican es para el mercado local y las otras panaderías sí llevan su producción hasta la ciudad de La Paz y a otros lugares del país, donde son requeridos los famosos panes de Laja.