De acuerdo con la autoridad policial, uno de los problemas que se presentan en los 76 módulos que se encuentran en funcionamiento, es que cada uno cuenta con 4 efectivos del orden que trabajan 24 horas, pero que de acuerdo al crecimiento poblacional continuo está quedando insuficiente este número.
Mientras que de los 14 módulos que están fuera de funcionamiento, en los diferentes distritos municipales, la infraestructura de varios, tanto por dentro y por fuera, están deterioradas, y otros no cuentan con el mobiliario respectivo, por lo que no están aptos para que sean utilizados de acuerdo a las necesidades.
Muchos están cerrados por decisión de los propios vecinos, con el pretexto de que los pocos efectivos del orden no prestan el servicio correspondiente y necesario de los cuales algunos le pusieron candados y en otros hasta alambres de púas.
“En algunos casos, la dejadez de los vecinos en el mejoramiento de estas infraestructuras causa que estas dependencias se encuentren abandonadas, porque entendemos que para su mantenimiento está destinado un monto económico que parte del Plan Operativo Anual de cada zona”, recordó la autoridad policial.
Por su parte, los vecinos de estos sectores donde estas oficinas policiales se encuentran cerradas denuncian que muchas fueron abandonadas por los propios policías con el pretexto de que no cuentan con una infraestructura acorde a sus necesidades o en otros casos no tiene el mobiliario ni material de escritorio necesario para realizar sus trabajos.
“Para nosotros es una preocupación porque el control policial es muy necesario, existe mucha delincuencia en nuestro barrio donde en la puerta de nuestro módulo, grupos de jóvenes se ponen a tomar provocan escándalos”, denunció una vecina de la zona Santiago II.