Filas interminables, un sistema caído, poca información, adultos mayores sin respuesta, facturas sin la información completa, son algunos reclamos de los usuarios de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas). El interventor de la firma aseguró a EL DIARIO que tienen tres opciones de registro: a través de su página web, una aplicación que se descarga de play store o asistir a sus sucursales.
La activista social de El Alto, Guadalupe Daza, en entrevista con EL DIARIO, lamentó que Epsas esté implementando la facturación electrónica, sin previa socialización y sin tomar en cuenta que la mayor población de esa urbe no cuenta con medios electrónicos y son adultos mayores que están acostumbrados a esperar las facturas en la puerta de su casa.
“No todos en El Alto tenemos el alcance de tener una computadora, manejar la tecnología o tener una impresora, tampoco contamos con internet. Exhorto a las organizaciones sociales manifestarse al respecto y salir en marcha para impedir ese atropello porque el Estado no puede vulnerar los derechos del pueblo. ¿Será que una abuelita podrá abrir su correo?”, cuestionó.
Recordó que cuando los estudiantes se vieron forzados a pasar clases virtuales debido a la pandemia de covid-19, la mayoría se perjudicó porque los padres no tenían dinero para comprar megas o porque el internet no llegaba a sus zonas y mucho menos tendrá ahora para revisar e imprimir su factura con la que debe ir a pagar.
“En las facturas digitales nos van a ejecutar el precio que salga, seguro la factura va a llegar a los correos y como ni siquiera revisan, no vamos a pagar y nos van a multar con casi Bs 50 como la hacen ahora, cuando el consumo es de Bs 8 o 10”, lamentó.
RECLAMOS SIN RESPUESTA
La activista advirtió que fue a una sucursal, empero se sorprendió porque cambiaron de dirección y hasta ubicar la nueva, que está a unos pasos de los lenocinios de la 12 de octubre, perdió más de dos horas. Cuando llegó a hacer su reclamo, le dijeron que no había sistema.
“Son unos irrespetuosos con los usuarios cambian de oficinas y no nos avisan, una va a reclamar y tenemos que además de ver la cara de los funcionarios, que piensan que nos están haciendo un favor al atendernos, recibir respuestas como no hay sistema. Fui viernes, lunes, martes y nada, el mismo discurso: no hay sistema y ¿dónde está el señor viceministro de Derechos del Consumidor?”, cuestionó.
La activista advirtió que los funcionarios no pueden explicar y no dan respuestas de cómo será la facturación para los que no cuentan con tecnología.
Por su parte, el interventor de la firma, Bladimir Iraizos, explicó que la digitalización de la factura será paulatina.
“Este sistema va a ir implementándose gradualmente, no va a tener un tope, para eso nosotros tenemos las tres opciones de registro, en nuestra página wwwepsas.com.bo, acá entran y se registran mediante su correo y su nombre de usuario y va a poder imprimir la factura electrónica, tenemos una aplicación en el play store para poder bajar y directamente nuestra opción Epsas móvil, la otra opción es que nuestras sucursales van a seguir funcionando”, apuntó.
Consultado por el registro de adultos mayores que no acceden ni a teléfono móvil, Iraizos manifestó que ellos pueden ir a registrarse a las sucursales que tiene la firma. Daza aseguró que allí las filas son largas y “maltratan a los adultos mayores” y no dan una respuesta coherente, porque los mayores no cuentan con celular digital y menos una computadora, por lo que su registro sería inútil.
“Queremos que se registre la gente, pero nuestros abuelitos y a la gente del área rural vamos a seguir nosotros brindando la impresión de todo el consumo que tienen”, aseveró Iraizos.
El interventor aclaró que entrando a la página web un usuario puede ver el consumo que tiene, y si se hizo una lectura adecuada del medidor, extremo que fue refutado por Daza, quien dijo que en la factura electrónica solo sale el monto a pagar y no hay detalles de la lectura anterior y la actual.
MASACRE
Por otro lado, la activista advirtió que con la implementación de la factura electrónica habrá una “masacre blanca” de los trabajadores que van entregando las facturas a domicilio.
“Todas esas personas quedarán sin trabajo y detrás de ellos hay familias, y ni siquiera ese dinero que se ahorren irá a cubrir gastos de inversión sino irá a cubrir los gastos de representación que hace el interventor, no sé por qué, este señor se da el lujo de viajar a Colombia, Turquía, etc. con el dinero del pueblo, cuando todo el tiempo hay fugas y taponamientos porque las tuberías son de data antigua”, lamentó Daza.