Santa Cruz registra el peor momento de la pandemia de coronavirus y encuentra a la población sumida en la desesperación por la falta de oxígeno y camas de terapia, mientras que las vacunas y las pruebas de antígenos están a punto de agotarse, según publicación de El Deber. El departamento alcanzó el miércoles 1.165 casos positivos y 41 decesos por Covid-19.
“La situación es alarmante, como lo habíamos anunciado estamos llegando al pico de esta tercera ola”, indicó el gerente de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Carlos Hurtado, al informar sobre el duro impacto de la tercera ola en el departamento cruceño, que se traduce en terapias intensivas llenas y fallecimientos.
La autoridad sanitaria advirtió también que las dosis que fueron distribuidas a los distintos puntos de vacunación se agotarán hasta el viernes, lo que obligó a reducir de 33 a solo 6 los puntos de inmunización en la capital cruceña.
SE AGOTA VACUNA
A las alarmas encendidas por falta de vacunas y el cierre de puntos de vacunación, se le suma otro problema al Gobierno central: no hay segundas dosis de la vacuna AstraZeneca y la situación afecta a 228.000 personas que recibieron la primera vacuna contra el Covid-19 en territorio nacional, según información a la que accedió El Deber.
Vale recordar que fue en marzo de este año que el Gobierno recibió tal cantidad de vacunas, mismas que fueron dotadas por medio del mecanismo Covax, pero desde el Gobierno aducen que no tenían previsto que se dejen de exportar estas vacunas desde India (tomando en cuenta las restricciones y la emergencia que se presenta en dicho país).
“Se está realizando una gestión bilateral para que el Gobierno de Estados Unidos nos pueda realizar una donación o un préstamo. Nos dijeron que tienen la posibilidad de hacer esas transferencias”, explicó Benjamín Blanco, viceministro de Comercio Exterior, a tiempo de exponer que también se podrían realizar gestiones con el gobierno español.
Semanas atrás, el ministro de Salud y Deportes, Jeyson Auza, informó que, según estudios científicos y de las empresas farmacéuticas fabricantes de las vacunas Sputnik V y AstraZeneca, el intervalo entre la primera y segunda dosis debe ser de 90 días, aspecto que, dijo, generará mayores anticuerpos en la persona que sea inmunizada. Sin embargo, no se conoce de una fecha precisa y se teme que sea, incluso, después de esos 90 días y es por eso que las alarmas están encendidas.