“Por todo su aporte histórico, cultural y religioso, con profundo cariño y apego a esta amada tierra, con la esperanza de mejores días para esta región y el país he tenido el honor de entregar un Homenaje Camaral a Santa Ana de Velasco por su efeméride y su aporte a la cultura chiquitana”, dijo la diputada.
La población de Santa Ana de Velasco fue una de las últimas misiones en la chiquitania. Fue fundada en 1755, por el misionero jesuita P. Julián Nogler, es decir, solamente 12 años antes de la expulsión de esta orden religiosa. En ese entonces la construcción de la iglesia apenas había comenzado, la misma fue terminada por las poblaciones indígenas, según relatos históricos.
En la actualidad es la única población que todavía conserva una parte importante de la antigua estructura del pueblo misional. Existen hileras de casas indígenas, con paredes de tabique, techos de paja y corredores a los lados, agrega el registro.
Durante la jornada de celebración se realizaron actividades litúrgicas dedicadas a Santa Ana, orden de las misiones colombinas que dejaron un invalorable legado arquitectónico.