“Ese es mi ideal (ser policía), trabajaré y estudiaré para cumplirlo de alguna forma, aunque de administrativo. Estoy muy feliz de mis logros, he vencido al cáncer y sé que puedo más”, señaló el adolescente en entrevista con El Diario.
Hoy, este luchador cumple 18 años y el pasado jueves (15) se graduó de bachiller en la Unidad Educativa Venezuela, una más de sus metas que cumple.
Recuerda claramente cada uno de los obstáculos que le toco superar y está agradecido con los “ángeles” que estuvieron a su lado, uno de ellos su amigo, consejero y ahora padrino de promoción, suboficial Franz Luna.
“Para mí siempre es un orgullo estar con él (Rilver) acompañarlo y guiarlo en todo lo que se pueda. Sabe que cuenta conmigo”, expresó el uniformado.
Rilver, de bebé, fue diagnosticado con cáncer en los huesos al poco tiempo, perdió uno de sus ojos y lamentablemente la enfermedad lo seguía aquejando. Casi a los nueve años, a pesar de los tratamientos de quimioterapia, el mal había atacado a una de sus piernas, por lo que tuvieron que amputarla.
La penas seguían, sin embargo, al poco tiempo su vida tomó un rumbo inesperado cuando “por casualidad, al hacer servicio en Radio Patrullas 110, pasaba por el Hospital del Niño y había mamás que lloraban, porque sus hijos estaban muy enfermos, Me contaron sus casos y ahí me propuse ayudar y cumplir el sueño de algunos, entre ellos estaba Rilver”, recordó Luna.
Luego de hablar con sus superiores, el 9 de septiembre de 2014, a sus 9 años, el niño fue condecorado como subteniente honorífico de la Policía Boliviana.
“Siempre quise ser policía para ayudar a las personas. Cuando me dieron mi uniforme, mi gorra, estuve muy emocionado y quería salir a patrullar, lo hice por un rato”, contó el joven.
La historia del “niño subteniente de Policía” recorrió por el país y parte del mundo.
“Te conocí en el Hospital del Niño (…) tenías 9 añitos, con una enfermedad terminal cumplimos tu sueño de ser policía. Recibiste la bendición de Papa Francisco y venciste la enfermedad”, comentó en sus redes sociales, Luna, al felicitar a su ahijado por salir bachiller.