El operativo fue realizado en coordinación con el Ministerio Público y Zoonosis. Un informe policial da cuenta que se trataría de 34 canes y activistas señalaron que serían 40. Empero, todos concuerdan en que los animales estaban en condiciones de maltrato, con aparente desnutrición y expuestos a enfermedades por vivir en hacinamiento.
“Los vecinos sabían de lo que pasaba, los animalitos estaban piel y hueso. En total eran 42; 11 bebés que todavía no abrieron los ojos, había otros cachorros de tres y cuatro semanas, otros de tres meses y cuatro perritos de dos a cinco años”, detalló Silveria Laureano, presidenta de la Confederación Social Animalista y Control Social, a un medio digital.
El caso fue denunciado por vecinos, quienes contactaron a la activista Ana Morales. “Recibí una llamada y esa llamada la hice conocer al coronel de Pofoma (…) referida a que hay muchos perritos hacinados y que, supuestamente, serían utilizados en comida”, señaló.
Los canes vivían en una casa pequeña, entre llantas, maderas, calaminas, piedras y otros elementos.
“Procedimos al allanamiento de este domicilio para el rescate de estos peluditos, (…) estaban en condiciones paupérrimas, ninguno tenía ficha de veterinario, algunos tenían, inclusive, tumores, que no habían sido tratados”, dijo el director nacional de Pofoma, Edwin Cárdenas.
Según la Policía, Intendencia de Max Paredes y Fiscalía, no se encontró indicios sobre uso de los perros para preparar salteñas, pero advirtieron que investigarán por posible atentado contra la salud de las personas debido a que preparan salteñas en condiciones inadecuadas.
Los animales fueron trasladados a albergues y se prevé que reciban atención veterinaria para después colocarlos en adopción.