La decisión fue tomada a raíz de la proliferación de la delincuencia en los diferentes barrios de este sector de la urbe alteña, donde los antisociales se han dado a la tarea de ingresar a las casas a robar en pleno día y de noche atracan a los vecinos.
De esta manera, en coordinación con los dirigentes de las diferentes zonas, 15 calles se han cerrado con rejas y candados, para que ninguna movilidad desconocida o sospechosa pueda ingresar a estas vías por las noches para llevarse todo lo sustraído por los delincuentes.
Con la finalidad de saber quién entra y sale, cada encargado de calle cuenta con una llave del candado de la reja y deciden abrir la misma solo en un determinado horario para luego volver a cerrar y de esta forma impedir que personas desconocidas ingresen a estos lugares.
Los vecinos denunciaron que a pesar de que en este distrito de la urbe alteña que comprenden todo Villa Adela existen módulos policiales, pero han quedado insuficientes, además los pocos efectivos policiales con que cuentan no salen a patrullar sus calles, actitud que es aprovechada por los antisociales para robar y asaltar.
Con relación a la carencia de control policial, los representantes vecinales recordaron que ya son varias las oportunidades que solicitaron de manera escrita ante el Comando Regional de la institución del orden, solicitando mayor personal, para estos barrios que se han convertido en peligrosos, pero hasta la fecha no existe ninguna respuesta sobre el tema.
“Lo único que como respuesta recibimos por parte de las autoridades del comando es que no cuentan con suficiente personal, pero tampoco ordenan a que los pocos efectivos que tienen en este sector de la urbe alteña salgan a patrullar, por eso es nuestra molestia y preocupación”, señaló un vecino.