El Pepino fue desenterrado ayer al mediodía y despertó con el beso de la reina del Carnaval cruceño, Dayana Molina, luego del pedido del Ch’uta de vacunarse contra covid-19. Con este acto simbólico, arrancó el Carnaval paceño que se desarrollará con estrictas medidas de bioseguridad.
“Estamos empezando la actividad del carnaval que parecía que no íbamos a realizar por la pandemia, pero gracias a la vacunación, La Paz es campeona en vacunación, hemos llegado en primera y segunda dosis hasta el 116 % porque en La Paz se vienen a vacunar gente de otros municipios”, indicó el alcalde Iván Arias en su discurso en el acto de desentierro del Pepino.
El desentierro del Pepino comenzó en puertas del Museo Tambo Quirquincho, donde se colocaron varios nichos ficticios. Allí se inició el recorrido del cortejo fúnebre de este personaje tradicional del Carnaval Paceño, quien aún estaba en un ataúd y que fue trasladado hasta plaza Alonso de Mendoza con el acompañamiento musical de la Banda Eduardo Caba.
El alcalde Arias lideró el traslado del ataúd donde se encontraba el Pepino, quien poco después recibió tres llaves: del burgomaestre la “Llave de la salud (roja)”, de la reina del Carnaval Cruceño la “Llave de la responsabilidad (verde)” y del secretario de Culturas, la “Llave de la alegría (amarilla)”. El actor paceño Rigucho puso en escena la comedia del “Rigucho el Kallawaya” que hizo referencia a la historia del Carnaval Paceño.
También acompañaron el cortejo varias autoridades municipales, el alcalde Arias, el secretario de Culturas, Rodney Miranda, secretarios, concejales, bailarines, dirigentes de la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño, varias cholas viudas con velos negros y la ciudadanía en general.
“Estimado Pepino, hemos venido varias mujeres de luto llorando y con dolor de haberte esperado durante más de dos años producto de la pandemia. Por fin, estamos felices de recibirte nuevamente porque llegas trayendo alegría, felicidad de vivir el carnaval paceño”, dijo una de las viudas en la primera parada que se efectuó en el recorrido.
En una segunda parada, el Ch’uta paceño convocó a su compañero a despertar para brindar alegría a la población. “No tengas miedo a la enfermedad, tendrás tu vacuna contra el covid-19 y tu carnet para ingresar a la ciudad”, le dijo.
Ya en el centro de la plaza sobre una tarima, el Ch’uta Kallawaya con hierbas e incienso invocó al Pepino a despertar, pero fue el beso de la reina del Carnaval Cruceño, Dayana Molina, quien lo volvió a la vida para alegría de sus seguidores y la población.
El secretario Municipal de Culturas exhortó a la población paceña a no bajar la guardia y mantener las medidas de bioseguridad y al mismo tiempo disfrutar del carnaval. También expresó su alegría por la realización de varias actividades luego de la suspensión del carnaval en 2021.
“Después de este encierro, uno de los pilares que nosotros como gestión municipal y gestión de la Secretaría Municipal de Culturas, nos hemos propuesto la reactivación del sector cultural y esto conlleva lo que es la reactivación del sector económico”, afirmó Miranda.
Recordó que el Pepino es un personaje emblemático, al igual que la chola y el Ch’uta. “Es patrimonio de todos los paceños y declarado Patrimonio Inmaterial de todos los paceños y es característico del Anata, del Carnaval Paceño, así que es un personaje único, solo vemos los pepinos en el Carnaval de La Paz, no hay en otros carnavales”, afirmó.
El presidente de la Asociación de las Comparsas del Carnaval de La Paz, Ramiro Lazo, destacó la presencia de los representantes cruceños y quienes participaron como símbolo del “carnaval de la unidad”, informó AMUN.
En tanto, la reina del carnaval cruceño agradeció por el recibimiento e invitó a los pepinos a participar de las carnestolendas de la capital cruceña y se comprometió a bailar una de las danzas paceñas en el Carnaval de 2023. “Yo puedo aprender cualquier paso y pasar el Carnaval Paceño en todas las actividades. Estoy con toda la buena predisposición para aprender de esta cultura tan hermosa que ustedes tienen”, aseguró.