Durante las primeras olas de la pandemia del covid-19 las celebraciones fueron suspendidas limitándose solo a recordación virtual.
A partir de las restricciones sanitarias, los alumnos y docentes tuvieron que adoptar nuevas formas de pasar clases para evitar mayores perjuicios en la educación de todos los ciclos de enseñanza, solamente la voluntad de los profesores pudieron llevar adelante el sistema que aún carecía de planificación estatal.
Ante la falta de medios técnicos, en casi en la mayoría de los hogares nacionales, el docente tuvo que comprender esa realidad en medio de la crisis en la que se debatía la población.
“Mi profesor me ayudó mucho porque yo no tenía un buen celular para las clases virtuales, él me entendió y trataba de que no me perjudique, me mandaba las tareas en horarios fuera de su trabajo cuando yo disponía de un celular prestado, es por eso que agradezco a mi maestro ahora que estoy en los primeros semestres de la universidad”, afirmó Carlos, en el atrio de la UMSA.
Por su lado, la señora Marta, madre de un estudiante de cuarto de primaria, afirma que desde las clases virtuales la educación ha cambiado mucho ya que padres y estudiantes usan los dispositivos técnicos para estudiar mejor, “Aprendimos bastante, yo antes no manejaba bien el celular, solo para llamadas, ahora domino el zoom y otra plataformas, además google me permite salir de muchas dudas para las lecciones de mi hijo, todo esto lo logré con la orientación de los profesores de mi hijo y la necesidad que tuve para ayudar en su estudio”, afirmó.
Sobre el tema, el profesor José Luis Álvarez, ejecutivo de la Federación de Trabajadores de Educación, La Paz, afirmó que el 6 de junio es una conquista de la educación fiscal boliviana de profesionalizar y dar una perspectiva académica a todo lo que es el sistema educativo.
“Lamentablemente vivimos una época donde sistemáticamente las políticas de los diferentes gobiernos de turno se están convirtiendo en medidas orientadas a destruir las conquistas que hemos tenido como sector, paulatinamente la educación boliviana está siendo liberada de las obligaciones que tiene el Estado, cargando estas responsabilidades fundamentalmente a municipios y a gobiernos departamentales totalmente casi quebrados, eso se ha visto en estos dos años, pero también las reducción de su presupuesto y la no otorgación de la suficiente cantidad de ítems nuevos para cubrir el crecimiento vegetativo, para el Gobierno lo importante es ahorrar plata, obligando a los maestros a trabajar con 35 hasta 55 alumnos, cuando lo pedagógicamente apropiado es trabajar máximo con 20 alumnos o menos para garantizar un rendimiento académico adecuado”, expresó.
Destacó a la educación presencial como fundamental y necesaria, la educación virtual es solo objeto de apoyo.
En este 6 de junio, tenemos que ratificar nuestra decisión de seguir luchando por mantener las conquistas, antes que celebrar lo que tenemos que hacer es garantizar las conquistas y mayor presupuesto para la educación, finalizó.