“Entrar en una cuarentena rígida donde no se nos permita trabajar es mandar a la quiebra a una de cada cuatro empresas gastronómicas de la ciudad de La Paz”, indicó.
Explicó que ese sector se declaró en estado de emergencia una vez conocida la solicitud del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) La Paz, al presidente Luis Arce para que se tomen determinaciones respecto a la pandemia con restricciones o hasta un posible confinamiento.
Olivares indicó que desde el inicio de la pandemia entre el 25 y 30 % de los emprendimientos gastronómicos se encuentran en la “cuerda floja”.
Precisó que en la institución que está a su mando se encuentran registrados 300 asociados, pero según el último censo de Fundempresa serían unos 6 mil.
Aseguró que a esos datos se deben sumar los emprendimientos gastronómicos informales, los que hasta el 2019 llegarían a un total de 15 mil, a los que se les debe restar un 25 % que cerraron producto de la pandemia por el Covid-19 durante el 2020.
Asimismo, reiteró que el sector gastronómico fue el primero de la ciudad de La Paz en autoregular su funcionamiento con la elaboración de un plan y protocolo de bioseguridad para sus restaurantes, ambos refrendados por el municipio, lo que permitió su reapertura desde septiembre.
“Esto lo hicimos porque el centro de nuestros negocios son nuestros clientes, son las personas que vienen a nuestros restaurantes”, afirmó.
Confirmó que la Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Paz cumple con todas las medidas de bioseguridad al ingreso de los clientes a los restaurantes, pero además “detrás de la cocina, cuando se elaboran los alimentos”, reportó ABI.
Agregó que actualmente atienden con un aforo del 50 % en sus restaurantes.