Tras un diagnóstico realizado por la nueva gestión del municipio paceño al servicio La Paz Bus, se identificó que los buses municipales tienen un déficit anual de 80 millones de bolivianos, que suma más de Bs 637 millones en estos casi ocho años de operación.
Los gastos de funcionamiento ascienden a 637,6 millones de bolivianos, mientras que los ingresos por recaudación llegan a 121,9 millones de bolivianos.
“El déficit es de 80 millones de bolivianos por año, hemos encontrado algunas cosas para bajar este déficit el 2022, relanzar el Puma, ver cómo generar más ingresos y estudiar en estos tres meses para que a partir de enero esto pueda ser más sostenible”, informó el secretario ejecutivo de la Alcaldía de La Paz, Julio Linares, en conferencia de prensa.
Explicó que el déficit que tiene La Paz Bus casi provoca su desaparición este mes, debido a una mala planificación presupuestaria de la anterior gestión y a la falta de ingresos que se deben, probablemente, al mal diseño de las rutas, que son deficientes.
Linares afirmó que el proyecto La Paz Bus ha tenido una inversión de 364 millones de bolivianos en la compra de buses, la mejora de paradas, la construcción de los patios y aquí, dijo, es donde comienzan los problemas, desde 2011 al 2021, dado que los gastos de funcionamiento del PumaKatari llegaron a 637 millones de bolivianos en estos 11 años del proyecto y ocho de operación.
En el otro extremo, continuó, están los ingresos por recaudaciones que ascienden a 121,9 millones de bolivianos, que representa “casi seis veces menos de ingresos de lo que se ha gastado, sin tomar en cuenta la inversión”.
En el tipo de gasto, de los 637 millones, 427 son destinados para el pago del personal y 210 en otro tipo de gastos. En suma, los recursos destinados a funcionamiento son cinco veces más de lo que se recauda.
La suma entre la inversión y los gastos de funcionamiento asciende a 1.001 bolivianos que contrasta con los 121.9 millones de bolivianos que se ha recaudado. En este marco, la autoridad edil explicó que el déficit con inversión de recursos asciende a 879 millones de bolivianos, que representa un 88 %.
“Con la inversión nuestro déficit ha sido de 879 millones que es lo que se dice, la subvención, el 88 %. Sin inversión estamos hablando de un déficit de 515 millones, que es el 80 % que tenemos en estos ocho años de operación”, indicó Linares.
El informe presentado este lunes da cuenta que el servicio comenzó el 2013 con 174 funcionarios y que con los años y la habilitación de rutas se llegó a 1.168 personas que generaron una “estructura bastante grande para los 124 buses que están en operación”.
“En personal se gasta el 67 %, es bastante grande para cualquier índice financiero, imposible tener este tipo de gasto, donde se gasta en personal, salarios y sueldos casi el 70 %, dado que no se ha planificado bien, estamos hablando que el gasto de funcionamiento es cinco veces más que los ingresos y eso es lo que ha estado mermando la capacidad del PumaKatari para poder ser sostenible financieramente”, añadió Linares.
Fuera del gasto para el pago de sueldos del personal, La Paz Bus gastó 245 millones de bolivianos en la fabricación de los buses, 74 millones en el servicio de diésel, 70 millones en infraestructura, que comprende la construcción de patios, instalaciones y paradas, 62 millones en el mantenimiento de las unidades, 54 millones en otros gastos, 26 millones en equipamiento, 21 millones en seguros y 18 millones en publicidad, según el desglose de datos que presentó Linares ayer.
Linares indicó que la visión del proyecto era la de tener un servicio de transporte masivo, pero debido al mal diseño financiero se ha vuelto insostenible. “Es lo que ha resultado de un proyecto que seguramente ha tenido la mejor voluntad y visión para tener un transporte masivo en nuestra ciudad, pero que se ha convertido año tras año insostenible financieramente”, añadió.
Parte de esa mala planificación –dijo Linares– se evidenció en el presupuesto asignado para servicios indispensables para el funcionamiento de los buses, como el pago del diésel y el seguro integral contra todo riesgo que solo fue presupuestado hasta agosto. Por esa razón disminuyó la frecuencia de buses en sus rutas y se produjeron quejas de los usuarios, publicó AMN.
“Entiendo que la anterior gestión ya conocía de estos problemas, entiendo que sabían que financieramente el proyecto se estaba cayendo y se estaba volviendo desastroso, financieramente, pero además nos han heredado un serio problema que hasta me hace pensar que dijeron, bueno, si se va a caer el PumaKatari se va a caer no con nosotros (nueva gestión), se cae con los nuevos, con la nueva gestión e irresponsablemente lo que ha hecho la anterior gestión es presupuestar varios conceptos totalmente imprescindibles de usar hasta el mes de agosto”, explicó el secretario ejecutivo.