El espacio, que dejó de recibir residuos sólidos en 2004, quedará restringido por una década para regenerar la biodiversidad de flora y fauna.
“Iniciaremos el viernes con una forestación simbólica, posteriormente se harán seis actividades más entre el 2 y el 6 de noviembre”, informó el secretario municipal de Gestión Ambiental, José Carlos Campero, sobre los primeros 300 plantines que se plantarán, luego, los restantes 3.700 arbustos los pondrán en el transcurso de este año, y otros 2.000 el próximo año, para hacer un total de 6.000.
Detalló que plantarán molles, jarcas, jacarandas, algorrobos, lluvias de oro, kentaras y chacateas. “Todas las especies son nativas de los valles secos y se las consideró por sus funciones ecológicas y también por su uso ornamental, la proporción de frutos para aves, flores con néctar para abejas nativas y colibríes, frutos con semillas numerosas y la generación de hojarasca que enriquezcan los suelos con nutrientes”, afirmó Campero.
El exrelleno de Mallasa inició operaciones en 1991 y luego de 13 años dejó de recibir residuos sólidos el 30 de octubre de 2004. En esa fecha, Emaverde, empezó su proceso de cierre, mantenimiento y restauración ecológica; tiene 33 hectáreas y está a 30 minutos del centro paceño, en la parte sur de la ciudad de La Paz.
“El objetivo principal con la forestación es establecer un santuario ecológico que permita recuperar los servicios ambientales degradados por el tratamiento de residuos sólidos, generando al mismo tiempo un espacio de uso recreativo para la población”, destacó Campero y anunció que se restringirá el ingreso de personas a ese espacio.