La presencia del expresidente y líder del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales, en territorio peruano, generó rechazo y molestia en ciudadanos y legisladores de este país, quienes condenaron la intromisión del político boliviano en asuntos internos y debido al trato similar al de un mandatario de Estado que recibió por parte del Gobierno del vecino país.
Desde redes sociales, varios legisladores y políticos del vecino país expresaron criterios contrarios a la presencia de Morales en actos considerados de carácter interno.
Una de estas muestras de rechazo fue expresada por el congresista Jorge Montoya, quien, además, denunció que esta visita promueve la injerencia en asuntos internos, hecho que incrementa la crisis política del país vecino.
“Rechazo la presencia de Evo Morales en nuestro país y llamo la atención al Gobierno por permitir su interferencia en nuestra política, lo único que logran es más crisis política de la que ya se ha sembrado”, manifestó.
Agregó que con el apoyo de otros congresistas se ha emitido un comunicado en el que se rechaza la presencia del expresidente boliviano y se llama la atención al Gobierno peruano por permitir que personas ajenas al Perú se involucren y pronuncien en temas políticos internos.
Por su parte, el excongresista de la Alianza Popular Revolucionaria Americana, Jorge del Castillo, cuestionó esta vista señalando que Morales intenta impulsar una Asamblea Constituyente en este país, además de promover políticas que favorecen al narcotráfico.
“Fuera Evo Morales del Perú! Viene a nuestro país para impulsar: Asamblea Constituyente para recortar las libertades y aprobar la reelección; nacionalización de empresas para estatizar la economía; expulsión de la DEA para beneficio del narcotráfico”, expresó desde su cuenta de Twitter.
Un hecho que provocó molestia fue la excesiva seguridad desplegada para Morales al grado de ser comparada con protocolos que se aplican en caso de la visita de mandatarios o de representantes de organismos internacionales, por lo que el pasado miércoles, ciudadanos protestaron en las afueras del lujoso Hotel Westin de la capital peruana, donde Morales se encontraba hospedado.