La Policía, ahora busca a la madre o algún familiar de la criatura para determinar cuáles fueron las razones por las que los progenitores la abandonaron.
La noche del domingo, como a las 23:00, los sargentos Limber Limachi y Grover Salinas, efectivos de la Estación Policial Integral (EPI) Viacha, se contactaron con un vecino quien les informó que cerca se escucha el llanto de un bebé. Sin dudarlo, los oficiales acudieron al auxilio del recién nacido. “Estábamos de servicio, en el tercer turno, y altura zona Villa Remedios, calle 14 de Noviembre, tomamos contacto con un transeúnte que nos dijo del llanto que se escuchaba”, refirió Limachi.
Detalló que como pudieron llegaron a un lote baldío que colinda con la parte de atrás de una unidad educativa y escucharon llorar a un niño. “Estaba en la esquina del fondo (…) no hay luminaria en ese lugar, entonces se evidenció al bebé”, acotó el uniformado.
Se trataría de un varón que estaba desnudo, con restos del cordón umbilical, dentro de una bolsa y con signos de hipotermia. “Estaba frío casi entrando a hipotermia, nos sacamos la chompa y le abrigamos. Luego corrimos y avanzamos con la patrulla”, relató Salinas, en contacto con un medio de comunicación de Viacha.
Por la gravedad de salud, en primera instancia la criatura fue referida a un centro médico y luego a un Hospital de El Alto, donde permanece estable y en incubadora.
Por su parte, el comandante regional de la Policía de El Alto, Gunter Agudo, felicitó la labor de los sargentos al indicar que “ha sido su perspicacia (la) que permitió dar con el bebé y se procedió a intervenir”.