En los actos protocolares por el aniversario del departamento de Santa Cruz, donde se le negó la palabra al vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, autoridades departamentales pidieron cesar la persecución política y el Gobierno propuso restablecer la hermandad entre bolivianos.
Las denuncias de ofensas al pueblo cruceño, cuando el Gobierno afirma y sostiene la teoría del golpe de Estado en 2019 y, ahora, los cuestionamientos del Gobierno por la deshonra a un símbolo patrio, como la Whipala, develan una ausencia absoluta de tolerancia, señaló el analista José Luis Bedregal.
En su opinión, el permanente ambiente de confrontación que se vive en el país hace que estos actos sean empañados por acciones alejadas de la convivencia respetuosa entre ciudadanos.
“Es el resultado de estimular la confrontación permanente como método de lucha y acción política, en este caso, es el Estado, que a través del Gobierno, estimula este escenario de permanente contradicción”, afirmó.
Una fiesta como el aniversario de la región más pujante del país –dijo– debería ser un encuentro de hermanos al ser miembros de una sola patria, pero la intolerancia se encarga de empañar estos actos.
En la última jornada, durante los actos en conmemoración a la gesta libertaria de Santa Cruz, el gobernador Fernando Camacho negó la palabra al vicepresidente del Estado, al señalar que no se permitirán más agresiones en contra de Santa Cruz, esto debido al discurso del supuesto golpe de Estado que es promovido por el Gobierno en todos los actos a los que asisten.
“Lo comprometí, porque así debe ser. Hizo uso de la palabra nuestro alcalde municipal. Esta es fiesta cruceña y quienes vienen a agredir a Santa Cruz no lo van a hacer. Con mi discurso, el acto se da por cerrado”, manifestó Camacho.
La autoridad departamental señaló que se trató de imponer la Whipala, como forma de confrontación, posterior a esta afirmación, el símbolo patrio fue retirado de su lugar en plaza 24 de Septiembre.
Para el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Zvonko Matkovic, este fue un acto para hacer respetar al departamento cruceño, por lo que felicitó la determinación de su gobernador.
Posteriormente, desde un acto en la ciudad de Trinidad, en el departamento del Beni, Choquehuanca manifestó que los incidentes en la capital cruceña responden a un acto de intolerancia, por lo que pidió respeto a este símbolo.
“Cuando levantamos nuestra Whipala, estamos diciendo que queremos hermandad, porque es un código de hermandad, es un código de armonía”, dijo.
De la misma forma, sectores afines y parlamentarios del MAS denunciaron actos racistas a indígenas y contra un símbolo patrio. Desde el Ministerio de Justicia se anunció el inicio de procesos penales para los responsables de haber ultrajado un símbolo patrio, durante la celebración de las efemérides en el departamento de Santa Cruz.
El exdiputado Amílcar Barral cuestionó los hechos bochornosos y señaló que es tiempo de dejar de lado el regionalismo y de la misma forma se deben abandonar los discursos de provocación y confrontación, “el sacar el tema de la Whipala tiene muchas aristas”, indicó.
Sobre este punto, Bedregal sostiene que al ambiente de confrontación alentado desde el Gobierno, se suma la respuesta inmediata de políticos que representan a fuerzas conservadoras que apelan a esta misma división por ser un recurso simple que no requiere de mayor formación. “El escenario de la confrontación es el más sencillo, no necesita de mucho análisis y esfuerzo intelectual”, finalizó.