La población exige que el Organismo Operativo de Tránsito (OOT) sea el que controle el uso del barbijo a conductores del servicio púbico de minibuses, debido a que existe un total incumplimiento de la norma, a pesar de estar vigente el riesgo de salud al que exponen a los pasajeros.
Como todos los días, en la ciudad de El Alto varios conductores salen desde sus paradas en las diferentes zonas desde muy tempranas horas, pero sin el barbijo puesto, lo que hace que el usuario tenga que pedir que cumplan con las normas de bioseguridad a estas personas, pero reciben como respuesta una agresión verbal o “si quieres puedes bajarte”.
La ciudadanía cansada de este tipo de agresiones y el riesgo al que se expone al subir a estos motorizados, donde el conductor no lleva el barbijo puesto, tiene que estar resignado a exponerse a un contagio del virus del covid-19, a causa de esta irresponsabilidad.
Como si fuera poco, otra de las faltas que cometen los choferes del servicio público de minibuses es que desde hace mucho tiempo sus vehículos ya no llevan la mampara que separa entre el usuario y ellos mismos y si algunos todavía tienen, ya se encuentran en mal estado y falta de limpieza.
De la misma forma, los asientos ya no están protegidos con el material impermeable, tal como es el requisito que continúa vigente, pero varios de los propietarios de estos motorizados ya lo sacaron y los que llevan puestos no cuentan con la limpieza como corresponde.
Por otro lado, varios de estos motorizados tienen las ventanas cerradas sin la posibilidad de que sean abiertas, tal como es una de las normas; pero mantienen abierta solo la ventana donde está el chofer, sin una ventilación apropiada para todos.
A pesar de que, por parte de los dirigentes de la Federación Andina de Choferes 1ro. de Mayo a la cabeza de su ejecutivo Víctor Tarqui, se han comprometido ante las autoridades del municipio de cumplir con todos estos requisitos, hasta el momento, muy pocos conductores acatan las mismas, siendo que el resto no cuida su salud y la de los usuarios, poniendo de esta manera en riesgo de contagio masivo a sus pasajeros.
Producto de todas estas arbitrariedades que todavía se cometen por los conductores, la ciudadanía, cansada de esos abusos y la falta de respeto, además de no contar con una instancia al cual denunciar, exige a las autoridades municipales que sean ellos los que coordinen con el Organismo Operativo de Tránsito, para que sean los que hagan cumplir estas normas de la bioseguridad.
“Advertimos que de continuar con este tipo de actitudes por parte de los choferes, coordinaremos con las juntas de vecinos de cada barrio para echarlos a estos sindicatos que no cumplan con estas normas de salud”, señaló un vecino de la zona de Alto Lima.