La crisis de aprendizaje se venía arrastrando a nivel mundial, de acuerdo con el informe del Banco Mundial, mientras en Bolivia la calidad educativa se veía reducida por la implementación de la Ley Avelino Siñani, según los maestros, y ahora la pandemia puso en más aprietos al sistema educativo.
Un cruce de palabras entre el gobierno y los maestros mostró que el nivel de la calidad educativa en Bolivia no está en su mejor momento, y que la Ley Avelino Siñani cumplió metas políticas, más que educativas.
A eso se debe añadir que la cuarentena del 2020 reflejó el poco avance que el país había tenido en el acceso a internet y a las tecnologías, así como a maestros poco preparados pese a contar con laptop mucho antes de la pandemia.
El gobierno transitorio capacitó a maestros para el uso de tecnologías y tuvo que enfrentar a sectores políticos que velaban sus intereses partidarios antes que de los estudiantes.
Covid-19
La covid-19 está causando estragos en las vidas de niños pequeños, estudiantes y jóvenes. Las perturbaciones causadas por la pandemia en las sociedades y las economías agravan la crisis mundial de la educación, ya existente, y afectan a la educación de maneras sin precedentes, señala el Banco Mundial.
Uno de las numerosos y dramáticos impactos de la pandemia es que ha provocado la peor crisis educativa del último siglo. En abril de 2020, cuando el cierre de escuelas registró su nivel máximo, el 94 % de los estudiantes —o 1.600 millones de niños— no asistía a clases en todo el mundo.
Incluso antes de la pandemia de covid-19, ya resultaba claro que existía una crisis mundial del aprendizaje. El indicador de la pobreza de aprendizajes, creado por el Banco Mundial y el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dado a conocer en 2019, proporciona un dato simple, si bien grave, de la magnitud de esta crisis del aprendizaje: la proporción de niños de 10 años que no pueden leer ni comprender un texto breve apropiado para su edad, señala la entidad internacional.
En los países de ingreso bajo y mediano, el porcentaje de niños que se ven afectados por pobreza de aprendizajes (i) —que ya superaba el 50 % antes de la pandemia— podría llegar al 70 % debido a los cierres prolongados de las escuelas y la ineficacia de la educación a distancia para garantizar la continuidad plena del aprendizaje durante los cierres de las escuelas, poniendo en peligro las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4.
Los niños escolares han perdido aproximadamente 2 billones de horas (i) —y siguen aumentando— de instrucción presencial desde el inicio de la pandemia de covid-19 y los confinamientos posteriores.
Los impactos asombrosos del cierre de escuelas van más allá del aprendizaje. La generación de niños presente podría perder un total combinado de 17 billones de dólares en ingresos a lo largo de la vida en valor actual, un marcado aumento con respecto a los 10 billones estimados en 2020.
Bolivia
Mientras tanto, en Bolivia, el dirigente del magisterio urbano, José Luis Álvarez, dijo que el Presidente Luis Arce quiere ocultar que la Ley 070 “ha destrozado la calidad educativa”, porque impone un currículo anticientífico.
Consideró que, con la Ley Avelino Siñani, en vez de alentar el estudio de matemáticas, ciencias, física, química, ha obligado a los maestros a hablar de challas, la Pachamama, del Kari Kari y otras tradiciones y costumbres.
Pero la observación de los maestros se lo hace en un momento que recibieron críticas del Primer Mandatario, sin embargo, las universidades desde hace mucho tiempo atrás indicaron que los bachilleres llegan a las casas superiores de estudios mal preparados
Mientras tanto, el Banco Mundial plantea que se debe realizar inversiones inteligentes y eficaces en la educación de las personas, y es imprescindible para desarrollar el capital humano con el que se pondrá fin a la pobreza extrema.
Esa estrategia se centra primordialmente en la necesidad de abordar la crisis del aprendizaje, poner fin a la pobreza de aprendizajes (i) y ayudar a los jóvenes a adquirir las habilidades que necesitan para triunfar en el mundo actual.
Financiamiento de la educación
A pesar de las necesidades de financiamiento adicional, dos tercios de los países de ingreso bajo y mediano bajo han recortado sus presupuestos de educación pública desde el inicio de la pandemia de covid-19, de acuerdo con el informe conjunto del Banco Mundial y la Unesco titulado Observatorio de la financiación de la educación (EFW).
En comparación, solo un tercio de los países de ingreso alto y mediano alto ha reducido sus presupuestos.