“Ahora más que nunca, en este tiempo de pandemia y crisis económica, los abogados estamos llamados a fomentar una cultura de empatía y solidaridad. Nuestra vocación es proteger a todas las personas con las herramientas que nos da la profesión. Por ello, en PPO decidimos ampliar nuestro Programa Pro-Bono, para ofrecer patrocinio legal gratuito a quienes no pueden contratar a un abogado”, dijo Carlos Pinto, Socio de PPO.
Pinto resalta que no se trata de acciones aisladas, sino de un programa estructurado a cargo de un socio y dos asociados sénior, quienes tienen a su cargo la aprobación y asignación interna de nuevos casos para su atención, de acuerdo con criterios establecidos de elegibilidad.
“Todo nuestro plantel de abogados, que supera los 50, son incentivados para participar activamente del Programa Pro-Bono. En ese sentido, PPO tiene intención de brindar al menos 1.500 horas de servicios legales bajo la modalidad Pro-Bono por año”, indicó.
El Programa de Pro-Bono de PPO ha atendido varios casos de bien público, concepto que da origen al término Pro-Bono. Entre estos casos se encuentran, por ejemplo, una investigación de la normativa que protege a periodistas en pandemia, para el Comité para la Protección de Periodistas; apoyo legal a Etta Projects para obtener autorizaciones para construir baños ecológicos en comunidades rurales; una investigación sobre el reconocimiento de derechos de protección especial a áreas naturales para Planet Patrol; y la evaluación de la regulación de fuegos artificiales y pirotecnia en Bolivia, para una Ley Modelo de la ONU dirigida a evitar incendios.
Asimismo, el Programa Pro-Bono de PPO atiende de forma permanente a organizaciones bolivianas sin fines de lucro como la Fundación Alalay, la Escuela Taller de Integración y la Fundación Diseñando Sueños.