Mayda Peña señaló que sus pedidos de ayuda para proteger Bajo Paraguá no hallan respuesta en el gobierno que prefiere desentenderse del problema, direccionando sus reclamos a diferentes instancias bajo argumentos administrativos de incompetencia.
“Esta área protegida es competencia de todos. Hemos venido de tan lejos para que nos ayuden nos escuchen (pero) simplemente lo están tomando como un color político, que no es competencia del uno y no es competencia de otro ¿quiénes somos los dañados? Somos nosotros que por conflictos políticos vienen los avasallamientos y los incendios”, enfatizó.
Peña demandó de las autoridades de gobierno acciones urgentes y efectivas con criterios de política preventiva para frenar los múltiples problemas que afectan a Bajo Paraguá desde hace varios años, sin que exista reacción del Estado a pesar de su compromiso de preservación de las áreas protegidas.
“Esto viene sucediendo reiterados años, al menos estos últimos tres años (…) no hay una política de prevención, no hemos visto a ningún detenido pagando el precio por matar cuánta vida, (…) nosotros vivimos también de los bosques, esto para nosotros es muy triste que se tiren la pelota y nos quieran matar”, lamento.
Peña advirtió que cansados de la indiferencia de las autoridades las comunidades de Bajo Paraguá están siendo obligadas a tomar medidas drásticas en defensa de tierra, territorio y formas de vida.
A su turno, Hortencia Gómez, cacique de Piso Firme, afirmó que ante la emergencia que vive esa región por los permanentes atropellos a la población lugareña han optado por postergar los actos de celebración cívica, 24 de septiembre, a fin atender la crítica situación que vive Bajo Paragua.
“Hace dos o tres años venimos luchando porque vemos cómo deforestan nuestros bosques, pedimos nuevamente a todos los bolivianos que se pongan la mano al corazón, que nos ayuden, no vamos a permitir que los avasalladores nos quiten nuestra tierra”, afirmó.
El área protegida Bajo Paraguá, ubicado en el municipio San Ignacio de Velasco en Sana Cruz, alcanza una superficie de 9.830 kilómetros cuadraros (km2) abarcando una de las mayores ecorregiones del bosque chiquitano.