El futuro del trabajo es rodeado por un panorama incierto y lo mismo ocurre con los sindicatos. La globalización, los cambios demográficos, medioambientales y tecnológicos paulatinamente modifican los mercados laborales de hoy y determinarán los del mañana, según una evaluación de la Organización internacional del Trabajo, publicada en su sitio web International Labour Organization.
Para el periodista y dirigente sindical Hugo Gonzales, el pacto social sería una salida a la crisis que se avecina con la nueva dinámica del trabajo, en especial por los cambios cualitativos que se aplican en algunas empresas para reactivar sus actividades.
Gonzales explica que el acuerdo tripartito implica garantizar las rentas de las empresas, los salarios de los trabajadores y los impuestos para el Estado.
Los empresarios han expresado reiteradamente la implementación de un pacto social para reactivar la economía y apuntar al desarrollo de las empresas y el bienestar de los trabajadores, y más renta al Estado.
Los retiros extraordinarios serán aplicados en algunas empresas estatales, debido a que una buena parte de los trabajadores ya se encuentran en etapa de jubilación.
Análisis
La crisis de covid-19 ha puesto de manifiesto y agravado los problemas existentes. A nivel mundial, la afiliación sindical ha ido mermando paulatinamente, y con ello la capacidad de los sindicatos para organizar y prestar servicios a los trabajadores.
Entre todos los escenarios posibles para los sindicatos, ¿cuál es el más probable? Sin duda, la hipótesis más favorable es la de la revitalización, según la cual los sindicatos encuentran tácticas innovadoras y forman coaliciones para representar a todos los trabajadores.
Sindicatos
durante la pandemia
La pandemia ha puesto al descubierto los muchos aspectos de los déficits de trabajo decente en el mundo del trabajo, y los trabajadores han confiado en los sindicatos para mejorar la seguridad del empleo y de los ingresos y la disponibilidad de protección social.
Pese a las restricciones existentes durante la pandemia, los trabajadores y sus familias recibieron la asistencia de los sindicatos en formas diversas, a saber: prestación de asesoramiento jurídico; creación de fondos de emergencia; organización de campañas de sensibilización; adaptación de programas de formación; promoción del reconocimiento de la covid-19 como enfermedad profesional, y utilización de los medios sociales.
Alrededor del 80 % de los países del mundo recurrieron al diálogo social, tripartito y/o bipartito, como parte de la respuesta a la crisis de la covid-19. Los temas de negociación más frecuentes fueron la protección social y las medidas en materia de empleo, las relaciones laborales, la seguridad y salud en el trabajo (SST), y las medidas fiscales.
Los sindicatos han encontrado formas innovadoras de llegar a nuevos miembros y contribuir a las respuestas a la crisis mediante el diálogo social.
Ejemplos
Los sindicatos suecos han captado nuevos afiliados tras negociar con éxito con los empresarios del comercio minorista, evitando despidos y protegiendo los salarios de los trabajadores durante la crisis. Aunque muchas actividades en materia de organización han quedado en suspenso, los sindicatos han seguido contactando con los nuevos afiliados por vía telefónica y a través de las redes sociales.
A pesar de esa innovación, la afiliación sindical en todo el mundo ha ido disminuyendo con el tiempo, a pesar de algunos puntos brillantes en determinados países africanos o latinoamericanos donde la afiliación aumentó.
En este descenso general entran en juego diferentes factores: piénsese en el paso de los empleos manufactureros a los de servicios, la externalización de los empleos sindicalizados, la informalización de la economía y la mutación de la relación laboral o la automatización.
De hecho, la afiliación sindical es inferior en el caso de las personas con alguna forma de empleo atípico o un empleo precario, como los trabajadores temporales y por cuenta propia o los trabajadores de la economía informal y de las plataformas digitales.
Además, las restricciones legales y las violaciones de los derechos sindicales, como el derecho a organizarse y a negociar colectivamente, son generalizadas. Esto afecta a la capacidad de los sindicatos para organizar, representar y prestar servicios a los trabajadores. No es de extrañar que la afiliación sindical sea inferior allí donde se violan los derechos sindicales.
Sin embargo, la nota de la OIT señala cuatro posibles escenarios para los sindicatos: marginación, dualización, sustitución y revitalización.
El primero es la continuación de las tasas de sindicación descendentes, en combinación con el envejecimiento de los sindicatos. Esto puede derivar en la marginación gradual de los sindicatos en el mundo.
Asimismo, la nota señala que en la vía hacia la revitalización, hay muchos ejemplos positivos de los sindicatos; por lo general, abarcan: Organizar y prestar servicios a los nuevos afiliados, como trabajadores jóvenes trabajadores de la economía informal o de la economía de las plataformas digitales.
Hablar o actuar con una sola voz, comprendido esto como la capacidad de actuar colectivamente en todos los sectores, a nivel nacional, regional y mundial; asegurar una gobernanza interna apropiada, mediante un conjunto de normas transparente que rija el mandato, la gestión, las elecciones y las actividades sindicales.
Política
Sin embargo, en Bolivia, varios ex dirigentes han observado el papel de los sindicatos en la política, que se convierten en apéndices de los gobiernos de turno, y se olvidan la esencia de su función y por el cual fueron creados.
Como es el caso de la Central Obrera Boliviana (COB) que pasó a ser un ente matriz de lucha por las reivindicaciones sociales a formar parte del actual gobierno, y se olvidó de los pliegos petitorios.
Pasaron formar parte del gobierno con la entrega de infraestructura, y no se quedaron atrás los miembros de la prensa nacional, y en definitiva, no hay sindicatos independientes, sólo afines al gobierno de turno, según protestan en las redes sociales.