Durante su homilía dominical, Gualberti recordó las palabras del papa Francisco, cuando dijo: “Desde el punto de vista ético, creo que todos deben vacunarse; es una opción ética porque te juegas la salud y la vida, pero te juegas también la vida de los demás”.
Recordó las palabras de San Irineo quien, refiriéndose al ministerio de Dios, dijo que “la gloria y felicidad de Dios es que el hombre viva; y la gloria y felicidad del hombre es la visión de Dios”, reseñó Erbol.
Sostuvo que estas palabras nos llenan de consuelo y esperanza en estos momentos en que la pandemia se propaga en modo exponencial en todas las regiones de nuestro país y en el mundo. Pero, al mismo tiempo, es un llamado a que unidos entre todos pongamos nuestros esfuerzos para defender la vida y frenar los contagios que traen dolor, sufrimiento y muerte, exhortó.