El Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado tiene la posibilidad de hacer mejores análisis para caracterizar cada especie y facilitar su identificación, y también de realizar estudios de genética molecular con las muestras que lo permitan de los 185 colmillos de félidos, producto del tráfico silvestre, informó el biólogo experto en biodiversidad de Bolivia, Damián Rumiz.
Después de dos años, el pasado 26 de enero de 2021, la Sala Penal Primera determinó que los colmillos, cueros, pieles, garras y otros objetos que provienen del tráfico de animales silvestres y que fueron secuestrados dentro del proceso penal sean destinados al repositorio dependiente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm).
Para Rumiz, la sentencia judicial es fundamental para que esas partes (de animales) no sean destruidas o vuelvan al circuito del tráfico, y que puedan servir de referente para capacitación de funcionarios de control y educación al público.
“También esperamos que como antecedente, las instituciones nacionales de investigación reciban en custodia otros materiales decomisados y nos permitan catalogar y estudiar esas muestras”, aseveró el especialista en fauna silvestre e investigador asociado al Museo de Historia Natural.
ESTUDIOS Y ANÁLISIS
El biólogo y la responsable de Zoología Vertebrados, Kathia Rivero, ambos del museo, participaron en el peritaje de identificación de las muestras para conocer la especie, categoría de amenaza, estimación de individuos afectados, posible procedencia y antigüedad de las partes.
“El examen morfológico que realizamos en los dientes fue limitado por el tiempo disponible y la novedad del tema para nosotros, ahora vemos la posibilidad de hacer mejores análisis de morfometría geométrica (estudio cuantitativo de la variación de las formas biológicas) para caracterizar cada especie y facilitar su identificación”, explicó Rumiz.
Dijo que también se pueden realizar estudios de genética molecular (estructura y función de los genes) en las muestras que lo permitan para estimar variabilidad y posible origen geográfico de las especies (si se desarrollan estas capacidades en el país).
ESPECIES
En el informe de ambos expertos se identificó la especie de félido (jaguar, puma y ocelote) a la que pertenecían los colmillos, más uno de chancho de monte o pecarí, y el número mínimo de individuos afectados al discriminar la posición de cada diente canino.
“Un individuo tiene cuatro caninos, pero el total de individuos no se puede estimar dividiendo 185 entre cuatro, ya que eran varias especies y no todos los caninos de cada individuo estaban presentes”, agregó.
También se identificaron cornamentas de ciervo de los pantanos, una garra de pejichi, dos ‘colas’ de cascabel chonono, tres pieles de jaguar y un abrigo de piel de ocelote, todas especies nativas y varios colmillos mostraban ‘reparaciones’, desgastados con herramientas como un torno en algunas partes rajadas, y rellenados con resinas odontológicas para mejorar su aspecto.
“También examinamos las estatuillas de personajes míticos asiáticos que resultaron ser de marfil de elefante, pero de origen incierto (Asia o África) y que mostrarían vínculos con el tráfico internacional”, remarcó Rumiz que asume, que las amenazas como la destrucción de hábitat y tráfico han aumentado en contra del jaguar.
La sentencia que prevé cumplirse esta semana establece que los colmillos, cueros, pieles, garras y otros objetos de provienen de animales silvestres sean destinados al Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado para su conservación, protección, aprovechamiento sustentable, así como para los fines académicos e investigativos de la referida institución. (CienciaBolivia)