El expresidente y líder de la agrupación Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa Gisbert, señaló que el caso del supuesto golpe de Estado en 2019 es una de las más grandes tramoyas políticas en la historia del país y denunció que Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) efectuaron 6 golpes contra la democracia y el orden constitucional.
Mediante un artículo denominado “Evo Morales y su desprecio por la Constitución y la democracia”, publicado mediante sus redes sociales, el exmandatario aseguró que fueron seis las ocasiones en las que Morales y el MAS dieron golpes al orden democrático y constitucional desde 2014.
Señaló que del 12 al 9 de noviembre de 2019, Morales atentó contra la democracia en tres ocasiones y antes ya había golpeado a la democracia presentándose a las elecciones de 2019 de forma ilegal, manipulando al Tribunal Constitucional.
“Urdió un plan para dejar sin gobierno a Bolivia, quebrantando la CPE y la democracia, al intentar perpetrar un golpe de Estado. Para consumarlo planificó, junto a su renuncia, la renuncia del vicepresidente, la presidenta del Senado, el presidente de Diputados, el primer vicepresidente del Senado y la primera vicepresidenta de Diputados. Intentó, además, sin éxito, que todos los parlamentarios del MAS renunciaran a sus curules para dejar a la Asamblea Legislativa Plurinacional sin quorum”, expresó Mesa.
Tras haber renunciado a la presidencia y huido del país, dejando sola a su militancia, Morales siguió dando órdenes y amenazando con generar hechos de violencia que provocaron actos vandálicos protagonizados en las calles por masistas radicales.
Indicó que estos hechos de violencia fueron efecto de las órdenes de Morales, quien, días después, instruyó a uno de sus dirigentes llevar a cabo las acciones criminales de bloquear y desabastecer las principales ciudades del país, estos actos constituyen su segunda ruptura reciente de la democracia.
Sostiene que el tercer golpe a la democracia lo dio Morales al huir del país el 11 de noviembre de 2019, sin esperar la aceptación de su renuncia al cargo, Evo Morales dejó vacante la presidencia, generando deliberadamente un vacío de poder y cometiendo el delito de abandono de funciones.
Mesa recordó que, en 2014 Morales quebrantó la CPE y la democracia, siendo avalado por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), a su servicio, al presentarse por tercera vez a las elecciones presidenciales, vulnerando la CPE en su disposición transitoria primera parágrafo I. Con su tercera elección y tercer gobierno perpetró su cuarta ruptura de la democracia mediante una ley inconstitucional, la Ley de Aplicación Normativa.
“Quebrantó la CPE y la democracia al desconocer el voto popular y el resultado del Referendo vinculante de 21 de febrero, que le prohibió presentarse de manera indefinida a las elecciones presidenciales”, describió el exmandatario.
Por último, en 2019 se presentó inconstitucionalmente a las elecciones presidenciales. En esos comicios realizados el 20 de octubre y ante la alta probabilidad de perder en la segunda vuelta, Morales ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE), que estaba a su servició, perpetrar un gigantesco delito de fraude que fue ejecutado y lo hizo “ganar” en primera vuelta, fraude que fue probado inequívocamente por el informe final de la OEA, respaldado por la Unión Europea.
Mesa realizó este artículo en un momento en que Evo Morales y el gobierno de Luis Arce acusan a los líderes de CC de haber participado en un supuesto golpe de Estado.
Por otro lado, desde su cuenta de Twitter, y tras las acusaciones, el expresidente Morales respondió que Mesa intenta negar su responsabilidad en los hechos de 2019 y el haber perdido los comicios de ese año.
“Carlos Mesa, el historiador golpista, miente y trata desesperadamente de negar su responsabilidad por las masacres y corrupción del gobierno de facto que él provocó. Habla de ‘fraude’ y de elección inconstitucional en 2019, pero participó y perdió por casi 650 mil votos”, dijo.
Asimismo, le recordó al historiador que se negó a declarar por la “Masacre de Octubre” de 2003 y, además, lo sindicó de “buscar impunidad por masacres de Senkata y Sacaba”.