Ante el colapso de los centros hospitalarios y los altos costos en los servicios de unidades de terapia intensiva, el expresidente Carlos Mesa Gisbert, planteó que desde el Estado se garantice la atención de los enfermos graves por covid-19, además de que se cubran los gastos de estos pacientes debido a los elevados costos que significa para las familias mantener un paciente en cuidados intensivos.
El exmandatario insistió en la necesidad de que el Estado garantice la atención completa de los enfermos graves, que requieren oxígeno y medicinas específicas, cuyo costo, según declaraciones publicadas en prensa puede alcanzar hasta Bs 1.000 diarios.
Mesa señaló que es obligación de Gobierno garantizar el acceso a la salud de todos, en condiciones de universalidad, oportunidad, gratuidad, calidad y calidez, aspectos que en su criterio no se cumplen en la actual gestión.
Además, puntualizó que el 60 % de los contagios de la mortal enfermedad se dieron durante el actual Gobierno.
“El 60 % de los contagios del covid-19 se dieron en la gestión de Luis Arce; el sistema de salud sigue colapsado y la gente muere por falta de oxígeno y medicamentos. El gobierno debe liberar las vacunas y garantizar la atención completa de los enfermos graves; es su deber” compartió mediante sus cuentas en redes sociales.
Los reportes oficiales del Ministerio de Salud señalan que desde el 10 de marzo de 2020 hasta hoy, se produjeron en Bolivia 374.718 contagios, de los cuales 142.427 (el 38 %) sucedieron durante la gestión de Añez y 228.852 (62 %) durante el mandato de Arce Catacora. Los mismos informes señalan que el 60 % de las muertes se reportaron en el gobierno de Añez y que los picos más altos de contagios, se dieron en el actual gobierno.
El pasado 25 de mayo, Mesa propuso la promulgación de una ley que declare la vacunación como un tema de prioridad nacional y demandó que se eliminen los requisitos que limitan el acceso al medicamento, arguyendo que en todo el mundo se considera la única manera de salir de la situación de pandemia.
“Con 11,6 millones de habitantes, se necesitan unos 7,6 millones de personas vacunadas para lograr la inmunidad del país, es decir un total de 15 millones de dosis”, explicó Mesa, y opinó que, al ritmo actual, la inoculación terminará dentro de dos años.
Al respecto, el diputado y jefe de bancada de Comunidad Ciudadana, Carlos Alarcón, afirmó que el incremento de casos y muertes se constituye en una tragedia nacional ante la mirada de un Gobierno que toma decisiones a destiempo.
“El desborde de la crisis de salud está ocasionando una tragedia humanitaria en todo el país, ante la negligencia del gobierno que en lugar de ocuparse de una producción autónoma de oxígeno o al menos importarlo con antelación, en lugar de prever la alta demanda de otros medicamentos que hoy escasean, el Gobierno esperó a que ocurran muertes para recién tomar previsiones”, dijo.