La científica boliviana Tania Pozo, que radica en Suecia, asesoró el trabajo de un grupo de jóvenes bolivianos de cuatro equipos, uno de Sucre, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Lograron el galardón al crear una bacteria y construir un prototipo que tiene un biosensor, que detecta metales pesados en el agua, es decir, establece la concentración de arsénico, reportó el periodista Iván Ramos de la Red Erbol.
“Este biosensor es una bacteria que ha sido modificada genéticamente para que pueda detectar diferentes concentraciones de arsénico en el agua y dar diferentes intensidades de color”, explicó Pozo.
La científica manifestó que dicha competencia es similar a las Olimpiadas en el deporte, pero en el ámbito de la ciencia.