Los líderes de la marcha indígena, que se encuentran en la capital cruceña, enviaron sus demandas al Gobierno y esperarán una respuesta hasta el fin de semana. Los puntos de la agenda fueron acordados en el Parlamento Indígena, el cual sesiona permanentemente al interior de la columna.
Los representantes del sector manifestaron su predisposición al diálogo y esperarán que el Gobierno tenga la misma actitud para resolver las demandas incluidas en la Agenda Nacional de 16 puntos trabajada en la columna de la marcha indígena.
Adolfo Chávez, uno de los líderes de la marcha, afirmó que la diputada Toribia Lero es la encargada de hacer llegar la agenda al Ministerio de Gobierno para que el Ejecutivo nacional conozca de manera oficial sus requerimientos.
Lero es presidenta de la Comisión de Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesino, Culturas e Interculturalidad de la cámara baja.
DIÁLOGO
Chávez agregó que la idea es hablar con los cuatro poderes del Estado para lograr un consenso general y que las demandas de los pueblos indígenas sean refrendadas por todos. “No queremos hablar solo con el presidente Luis Arce, queremos que estén todos”, señaló.
“Con el envío de la agenda nacional, la pelotita estará en la cancha del Gobierno. Esperaremos su respuesta hasta el fin de semana, después se verá qué pasa, no quiero adelantar nada”, expresó el líder indígena.
Las declaraciones de Chávez surgen horas después de que el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, afirmara que desconocía “de manera formal” las demandas de los originarios. “Con el envío de nuestra agenda no habrá excusa para dialogar”, dijo Chávez.
Por ahora, los marchistas permanecerán en el polideportivo de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), donde recuperan fuerzas después de 37 días de caminata.
ATENCIÓN EN SALUD
Los marchistas son atendidos por personal médico de esta casa superior de estudios. La mayoría tiene los pies ampollados, mientras que otros se recuperan del rendimiento, que implica caminar más de 550 kilómetro, distancia que separa a Trinidad (Beni) con la capital cruceña.
Agotados, con los pies hinchados y deshidratados, así llegaron anoche a la capital cruceña los miembros de la XI marcha indígena, tras 37 días de caminata; entre sus principales demandas al Gobierno está el respeto a sus territorios, incluida en la agenda de 16 temas. La ciudadanía se volcó a las calles para un masivo y ovacionado recibimiento.
APOYO A LA MARCHA
La noche del jueves, desde el cuarto anillo, grupos de gente en diferentes puntos, desde sus casas, los balcones, las aceras, portando banderas cruceñas y otras con el símbolo del patujú, expresaron con aplausos y gritos su apoyo al esfuerzo de los indígenas.
En la columna de la marcha, unos se pusieron al frente con un extenso lienzo de la marcha, en otra fila, otros indígenas que ya se movilizaron en 1990 por Territorio y Dignidad, acompañaron sin parar al ritmo de la tamborita.
Los marchistas de los diferentes pueblos indígenas utilizaron en esta jornada su indumentaria típica en señal de recuperación de su cultura, unas túnicas color marfil, además varios llevaron la flor de patujú.