Durante su homilía dominical, Leigue invitó a preguntarse qué nos falta en la sociedad. A veces se dice: “esta persona antes era católico ahora no sé dónde está, no sé si va a misa o dónde irá” Y nos quedamos ahí, no nos preocupamos por esa persona, ¿Será que no es parte de tu compromiso preocuparnos por el vecino o la vecina? ¿Preocuparnos también de su fe?”, comentó.
Sostuvo que el mensaje de este domingo invita a preocuparse de la otra persona y no acostumbrarse a las cosas malas y pensar que todo es normal. Si no nos pasa en la familia algo que no está bien, alguna muerte por desgracia, un accidente o lo que pase, recién sentimos esa necesidad de que alguien nos faltó, indicó monseñor Leigue.
“Qué es lo que vemos en la realidad que vivimos, vemos tanta injusticia, tanta mentira, tanta calumnia, tanto feminicidio, tantos niños que sufren. Todo esto que vemos cada día es uno más de tantos que hay y nos estamos conformando con eso. Para lo que está pasando ahora”, preguntó, reflejó Erbol.
¿Qué tengo que hacer? El Señor me llama hoy para ser alguien también que se preocupe por los demás, Dios no quiere que ni un hijo, ni una hija se pierda en el camino. Y como en esa lectura hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte, que por 99 que están ya convertidos. Que sea ese nuestro compromiso”, manifestó.