La movilización había sido convocada para demandar la renuncia del fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, tras conocer el informe pericial de la Universidad de Salamanca, España, que estableció que no hubo manipulación de datos en las elecciones anuladas de 2019.
El Conade y colectivos ciudadanos se concentraron pasadas las 17.00 de este jueves en puertas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDH), mientras que los grupos afines al MAS se habían instalado en cercanías al atrio de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
La movilización demandaba la renuncia del fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, tras conocer el informe pericial de la Universidad de Salamanca, España, que estableció que no hubo manipulación de datos en las elecciones anuladas de 2019.
Mientras la marcha comenzaba su recorrido comenzaron las agresiones verbales de uno y otro lado que incluso llegaron a los golpes. Un grupo de efectivos del orden llegó hasta el lugar para evitar que ocurran mayores incidentes entre los movilizados.
Casi una hora después de las grescas, el Conade emitió un comunicado donde anunciaba la suspensión de la marcha que tenía como objetivo llegar hasta la plaza San Francisco e instalar un mitin de protesta.
En medio de estos incidentes, el diputado de Comunidad Ciudadana (CC), Alberto Astorga, fue agredido en la cabeza por una piedra que, según denunció, le lanzaron desde el grupo del MAS. A través de un video, responsabilizó de estos ataques al exasambleísta del MAS Gustavo Torrico.
“Aquel estaba liderando estas hordas masistas que han agredido a ciudadanos que estábamos realizando protestas totalmente pacífica”, afirmó en el audiovisual grabado en puertas de la Caja Petrolera de Salud (CPS).
El aludido, en declaraciones a Erbol, aseguró que quienes comenzaron con la agresión fueron de las plataformas ciudadanas. “Ellos han empezado a golpear, los señores (del Conade), nosotros estábamos aquí parados”, sostuvo.
Aseguró que quienes se concentraron fueron colectivos de diferentes barrios, familiares de víctimas de Senkata, El Alto; que demandan justicia por las jornadas de violencia que atravesaron durante el Gobierno de Jeanine Añez, tras la renuncia de Evo Morales.