El Cementerio General recibió a miles de personas al igual que a los que se dedican a rezar. Las bolsas de pan y masitas abundaron en el campo santo. Casi en todos los nichos cambiaron flores y agua, pero siempre existen almas olvidadas, y las personas de buen corazón también se ocupan de ellas.
El martes armaron mesas en casi todos los hogares, ya que siempre hay una persona que se adelantó y los que se quedaron esperan recibirlos en cada 1 de noviembre con todo lo que le gustaba.
Algunas entidades públicas también armaron sus mesas, tanto en la ciudad de la Paz como en El Alto. Al medio día de ayer fueron despedidos los familiares difuntos, con la esperanza de volverlos a recibir el próximo año.
Algunas zonas más que otras vivieron más Todos Santos que otros, pues se elaboraron arcos y muchas masitas para entregar a las personas que se aproximaron a rezar, y no falto la bebida.
La caña de azúcar fue la más requerida. En los colegios también amaron sus mesas, con fines educativos. Los estudiantes llevaron todos los ingredientes y las masitas.
Una de las novedades que llamó la atención fue el armado de una escalera en el Cementerio General.