En una visita a la plaza Humboldt, al sur de la ciudad, el experto explicó que el lugar es único y se caracteriza por tener varios árboles de olivo (Olea europea), que se encuentran en plena floración, listos para su fructuficación (dar fruto) de aceitunas pequeñas algo amargas, pero que no son para el consumo, a diferencia de las que son cultivadas.
El olivo es considerado longevo porque puede llegar a vivir cerca de mil años y el Monte de los Olivos al este de Jerusalén, es uno de los lugares más sagrados de Tierra Santa, toma su nombre por la especie que puebla sus laderas. El sitio es mencionado también en los Hechos de los Apóstoles en la Biblia.
“En este tiempo de Cuaresma recordamos el pasaje bíblico del lugar de oración de Jesucristo”, remarcó Zeballos que se autodenomina “El árbol que camina” y que es conocido como Don René.
Recordó que en 1975, se construía el Jardín Japonés cerca de la plaza Humboldt durante la gestión del alcalde Mario Mercado Vaca Guzmán, quien ponía mucha atención al proceso de construcción. “En esa época también se erigía la plaza Humboldt, a cargo del italiano Enrico León que vivía en La Paz”, aseveró Don René, que en el transcurso de 60 años sembró plantas y árboles en muchas áreas verdes y en casi todas las plazas de la urbe paceña.
“En esta plaza (Humboldt) nos hicimos cargo de las áreas verdes, pero sinceramente no recuerdo que hayamos plantado estos olivos, que se constituyen en árboles milenarios. Necesitan de un cuidado por un parásito que puede matarlos, pero veo que están bien”, explicó el técnico forestal, mientras caminaba y los examinaba.
En su visita al Macrodistrito Sur de la ciudad de La Paz, Don René también se dirigió a la avenida Fuerza Naval de la zona Achumani, en el lugar pudo identificar árboles de ciprés, algunos con una altura de más de dos metros, plantados y podados por los propios vecinos del lugar.
“En este momento histórico para la Iglesia Católica, como es la Semana Santa, puedo afirmar que estuve siguiendo a estos árboles de ciprés (Cupressus sempervirens L.), durante varios años y puedo ver que están creciendo casi sanos, gracias a los generosos vecinos que los están podando para darle un poco de estética a la vía”, agregó.
Existen narraciones acerca de los trozos de la cruz de la crucifixión de Cristo desde fines del siglo IV, las iglesias conservaban fragmentos de ella en cajas denominadas “estaurotecas” que tenían forma de cruz y en el centro un vano para colocar la reliquia.
La reliquia más grande de la cruz de Cristo, se encuentra en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, Cantabria, España. Las medidas del leño santo son 635 mm el palo vertical y 393 mm el travesaño, con un grosor de 40 mm siendo la reliquia de gran tamaño conservada.
Un análisis científico de la madera de este trozo determinó que la especie botánica es (Cupressus sempervirens L.) o ciprés, tratándose de una madera extraordinariamente vieja, con lo que no excluye la posibilidad que pueda alcanzar una edad superior al periodo de tiempo correspondiente a la era común. El mismo estudio especifica que Palestina se sitúa dentro del área geográfica del ciprés.
Puede llegar a medir cerca de 30 metros de altura y es una especie arbórea de hoja perenne de la familia de las Cupresáceas y con longevidad, existiendo ejemplares de más de mil años.
“Dicen que en Palestina se cultivaba el árbol y en su mejor vida su tronco alcanzaba casi un metro de diámetro, lo que demuestra que existía suficiente madera para hacer una cruz o varias cruces, por ello quiero mucho más a esta especie”, añadió.
Sugirió que ambas especies de árboles puedan ser multiplicadas en otros lugares de la ciudad de La Paz y al conocer que son parte de la tradición de la Semana Santa, es necesario cuidarlas y protegerlas. (Edwin Conde Villarreal – CienciaBolivia)