“Yo no podía comenzar mi gestión, un nuevo desafío, primero agradeciendo a Dios, a mi madre, y por eso he escogido esta iglesia, pidiéndole a Dios sabiduría, iluminación y, antes que todo, humildad porque la humildad será la única que nos va a permitir no perder el contacto con la gente”, dijo Arias minutos antes de ingresar al templo.
El Alcalde electo llegó acompañado de familiares y seguidores. En la entrada de la iglesia lo esperaban simpatizantes y periodistas con los que habló por unos instantes.
“Mi madre visitaba estaba iglesia cuando yo estuve preso el 81 (durante la dictadura de Luis García Meza), estuve a punto de morir con dos tiros en el cuerpo. Mi madre estuvo aquí para rogar al Señor de los Milagros y al Señor de Mayo para que me salvaran y después cuando volví del exilio (en Suecia) mi madre me contó y me dijo, ‘hijo, nunca dejes de ir a esa iglesia y bueno, siempre a lo largo de mi vida yo no he dejado de orar en esta iglesia’”.
Durante la homilía, el monseñor Galván pidió al Alcalde electo llevar siempre la cruz y trabajar con el emblema: “Curación, Rezar, Unidad y Zirza”. Asimismo, oró por él y las nuevas autoridades para que tengan sabiduría y les pidió realizar sus labores con amor al municipio, con humildad y sencillez.
“Nos hace falta perdonarnos, paciencia, unidad, queridos hermanos bolivianos ya no confrontemos, aprovechemos la vida en amar”.
El arzobispo pidió también que el Alcalde realice “buenas alianzas” y acerque “a la gente a Dios y Dios a la gente”.
“Cómo vamos a desear una sociedad mejor si la gente está alejada de Dios, el tema está en el corazón que puede ser engrandecido”.
Finalmente, Arias y sus acompañantes caminaron hasta el Parque Urbano Central para asistir a la feria de la Alasita.