“La Intendencia Municipal realizará controles de inocuidad alimentaria, realizando la evaluación organoléptica y analítica de la materia prima y producto terminado. Estos controles serán en establecimientos artesanales e industriales como: hornos de panificación, panaderías, panificadores y reposterías con el fin de cuidar la salud del consumidor”, indica el “Plan de Trabajo de la Intendencia Municipal, dependiente de la Secretaría Municipal de Desarrollo Económico.
En documento detalla que los efectivos de la Intendencia realizarán acciones de control de la inocuidad alimentaria y la calidad de los panes que se elaboran en los hornos artesanales e industriales, acciones que serán coordinadas con las subintendencias y grupos operativos especiales de la comuna paceña.
Destacan ocho acciones de inspección que consisten en: controlar la materia prima, el peso del pan de batalla; vigilar las condiciones técnicas y seguridad del establecimiento, el estado organoléptico y analítico de la materia prima y producto terminado; y, verificar las buenas prácticas de manipulación de los alimentos.
Además, añade, se controlará las buenas prácticas de higiene, las medidas de bioseguridad para precautelar la salud y evitar los posibles contagios de covid-19; además, si los dueños de los hornos cuentan con los documentos que respalden su funcionamiento.
Los trabajos de vigilancia en los establecimientos, señala el plan, inician el miércoles a las 04:30 de la madrugada en los macrodistritos Cotahuma, San Antonio, Max Paredes, Sur, Centro y Periférica. Y se prevé que estas labores se extiendas por 15 días.
La tradición de celebrar Todos Santos empieza el 1 de noviembre y al mediodía cuando las familias que perdieron a un ser querido, instalan un altar con panes en forma de caballos, personas, denominadas t’antawawas, además de frutas favoritas del difunto y abundante comida. Termina al día siguiente, a la misma hora y en algunos casos se prolonga por un tercer día para “hacer rezar” los alimentos que gustaba el difunto.