El intendente municipal de esa urbe, José Luis Coaquira, explicó que lo primero que verifican los funcionarios que realizan el control es la licencia de funcionamiento de la actividad económica. Además, verifican los elementos de inocuidad de las latas, canastas y las mesas que usan los panaderos para la elaboración de panes y masas. El registro sanitario de los ingredientes también es importante.
“Lo que queremos es que la población se sienta garantizada de los productos que va adquirir, que no le vaya a causar ningún daño a su salud”, recalcó a tiempo de advertir que “hay sanciones, en caso que encontremos algún tipo de falta, lo primero que se va a hacer son los decomisos; y si hay vectores, es clausura inmediata. Hasta el momento no tuvimos irregularidades, los controles serán permanentes”.
Cada horno deber tener, en la puerta y a la vista de los usuarios, la lista de los precios de horneado.
El presidente de la Federación de Panificadores de El Alto, Fidel Paco, acompañó el operativo e indicó que se seguirá visitando los hornos, “estamos de acuerdo, es justo y necesario”.
La anterior semana, este sector en coordinación con la Alcaldía de El Alto se aprobó el precio de horneaje por quintal Bs 190; arroba, 45 bolivianos; la lata de galletas, pan, suspiros, maicillos y otras masitas, seis bolivianos; la libra de bizcochuelo, Bs 50 bolivianos, entre otros productos.
En caso de querer denunciar cobros elevados dirigirse a instalaciones de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana, ubicada en la avenida 6 de Marzo entre Juan Pablo II o llamar al número de celular 72054580.