Cáceres, provincia vecina a San Matías, también sufre por los incendios forestales. El fuego recorre por un costado del río Paraguay. Las llamas se encuentran a 100 kilómetros de la frontera boliviana.
Los videos muestran la desesperación de los trabajadores en las estancias ganaderas ante el fuego espoleado por la intensidad del viento. Las voraces llamas consumieron las edificaciones y atraparon a decenas de animales domésticos que perecieron por efecto del fuego.
Ante esta realidad, el presidente de la Asociación de ganaderos de San Matías, Aldo Vaca, manifestó su desesperación al señalar que los ganaderos y productores esperan la llegada de una lluvia para aplacar los incendios para que de alguna forma ayude a contener el avance del fuego. “Es un duro momento que afronta el sector, hostigado por dos frentes, sequía e incendios”, dijo.
El dirigente ganadero explicó que la prolongada sequía marchitó el pasto y limita la disponibilidad de agua para el consumo animal en los atajados, que son la fuente natural y reservorio de agua en esta época del año. Estos dos factores pasan factura al ganado que ha comenzado a enflaquecer y deshidratarse por la falta de agua. “Aún no contamos con una cuantificación real, pero mucho ganado está muriendo atascado en el barro que queda en los atajados”, mencionó.
Asimismo, comentó que a la pérdida animal se suman los daños a la infraestructura productiva, dado que los incendios han reducido a cenizas los potreros y los postes de las alambradas. “Las pérdidas económicas en las propiedades ganaderas son cuantiosos”, manifestó Vaca, al acotar que, por el momento, no recibieron asistencia de ninguna de las autoridades en cuanto a provisión de agua en cisternas y de pasto para el ganado.
Hizo notar que los camiones cisternas desplazados en la zona están siendo ocupadas para proveer agua a los bomberos que combaten el fuego en la zona. No obstante, clamó por agua para salvar al ganado. Estiman que el hato bovino en la zona supera las 50.000 cabezas.