Expresó que esta semana se ha conocido la noticia que nuestro país tiene los índices más altos de violencia doméstica y de feminicidios en América Latina. Advirtió que este es un dato espantoso que nos debe cuestionar y comprometer a todos los ciudadanos e instituciones, en especial a los diversos niveles del Estado, para que cesen esos delitos que son pecados gravísimos a los ojos de Dios.
Exigió que la justicia actúe con todo el rigor de la ley, pero también demandó al Gobierno implementar políticas públicas de prevención, entre otras, a través del sistema educativo, para que, desde la niñez se aprenda a rechazar toda actitud machista y violenta.
Indicó que en esta tarea juegan un rol significativo también los medios de comunicación, llamados a presentar de manera clara e imparcial los hechos, evitando el sensacionalismo y la morbosidad, priorizando programas que promuevan los valores humanos y ayuden a las personas a distinguir el bien del mal y a optar por una convivencia fraterna y pacífica, reportó Erbol.
“Unamos esfuerzos para no lamentar más víctimas de la violencia y pidamos al Señor que nos dé la valentía de dar testimonio del mandamiento del amor que Él nos ha dejado: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado”, dijo en su homilía dominical pronunciada en la ciudad de Santa Cruz.