Muchas personas que a la fecha quedaron con varias secuelas de heridas, otros hijos huérfanos y viudas que a causa de la falta de apoyo y el compromiso por parte del Gobierno de Evo Morales, en la actualidad sustentan sus vidas como pueden, unos vendiendo en las calles y otros pidiendo limosna, porque por la edad que ya tienen no pueden lograr conseguir una fuente laboral.
“No hemos conseguido nada en estos largos 18 años que han pasado. El 17 de octubre del año 2003 se produjo una masacre porque mataron a quemarropa a más de 60 vecinos en diferentes zonas, quienes han caído a causa de las balas asesinas enviadas por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y sus cómplices”, recordó una de las representantes del grupo de víctimas, Litzen Callampe.
Muchos de los heridos, al referirse al canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, fue uno de los que utilizó a los heridos de octubre 2003, porque ahora que es autoridad de estado, Ministro de Relaciones Exteriores, jamás ha tenido la intención de poder colaborar a los afectados, además luego de haber sido abogado de este sector.
“No solo esta autoridad, sino otros como él pertenecientes al Movimiento al Socialismo (MAS) ahora llegaron al poder gracias a que nosotros fuimos manejados como bandera política, pero a cambio jamás se han acordado de que todavía vivimos abandonados, mientras ellos con buena posición económica”, dijo otro de los afectados.
Para las personas que quedaron de esta lucha desigual, en el momento solo dejó pobreza y abandono, debido a que este grupo de personas todavía tratan de subsistir en la vida como pueden, por lo que para ellos esta batalla fue en vano, porque a cambio de haber ofrendado sus vidas y la de sus familiares muertos no recibieron nada de lo que pidieron como una renta o la atención de salud permanente.