Los operativos de control policial en la ciudad de El Alto, por parte del Grupo Especial de Reacción y Auxilio (Gedra), lograron detectar la proliferación de bebedores consuetudinarios y antisociales, que atemorizan a la población en las calles.
De acuerdo con el sargento Daniel Cruz, encargado de los operativos, indicó que producto de este problema, se decidió incrementar los patrullajes preventivos en diferentes barrios donde este tipo de grupos han proliferado, además de la presencia de antisociales que asaltan y roban a los transeúntes.
“El trabajo que hacemos son las 24 horas del día para lo cual realizamos operativos y patrullajes en coordinación con el Comando Regional de la Policía de El Alto, pero se ha decidido incrementar estos controles, porque el afectado con la presencia de estos grupos es la población a la que hay que resguardar”, afirmó la autoridad policial.
Un análisis efectuado en este trabajo ha podido detectar que existen barrios donde son considerados los más conflictivos por la presencia de antisociales como 16 de Julio, Alto Lima, Río Seco, Ciudad Satélite, Villa Dolores y 12 de Octubre, este último perteneciente al Distrito 1 y considerado como zona roja.
En el caso de este sector, el problema se genera, según la autoridad policial, debido a la apertura de bares clandestinos que sin tener su licencia de funcionamiento ponen a operar estos negocios en horarios no permitidos, desde altas horas de la noche hasta la madrugada, lugares que son escogidos por los antisociales para pernoctar después de haber efectuado sus actos ilícitos.
De la misma forma, se ha podido detectar como otro de los problemas que significa mucho riesgo para la población, donde los grupos de bebedores consuetudinarios que se presentan en las calles para consumir bebidas alcohólicas y al calor de su embriaguez asaltan y roban a los transeúntes con mayor frecuencia por las noches.
“Uno de los problemas para que bebedores en las calles proliferen es la venta indiscriminada de bebidas alcohólicas en algunas tiendas de barrio que sin el menor reparo expenden estos licores a pesar de su prohibición, según las normas municipales, estos grupos utilizan para consumir los parques, plazas y hasta campos deportivos”, manifestó el sargento Cruz.
Los vecinos de las zonas consideradas peligrosas, que se ubican en la Ceja y alrededores, afirman que temen que se incremente la inseguridad por las fiestas de fin de año.
El atractivo principal para los ladrones son las zonas comerciales y algunas ferias que se instalan para Navidad y Año Nuevo, donde acuden miles de personas para realizar compras.
El riesgo aumenta con las primeras sombras de la noche, especialmente en la llamada “zona rosa” y los sectores donde funcionan bares con libre venta de bebidas alcohólicas, incluso sin límite de hora y poco control de las autoridades, además la existencia de algunos alojamientos ilegales que acogen a personas indocumentadas, ya sean nacionales o extranjeros que utilizan este tipo de negocios como refugio tras cometer algún delito.
La mayoría de los crímenes y robos son cometidos en estas calles y en horas de la madrugada contra ciudadanos que se recogen en estado de ebriedad, afirman los pobladores.
Permanentemente surgen pedidos, a las autoridades policiales, de los propietarios de negocios y dueños de casa para incrementar la seguridad en estas calles, pero siempre surge la respuesta de que no cuentan con mayor número de efectivos para brindar seguridad plena y a toda hora, como es la exigencia de la población.
Los habitantes de estos barrios mantienen la esperanza que para el mes de diciembre aumenten los operativos de seguridad, en todos estos sectores donde pernoctan personas de dudosa conducta para evitar hechos delictivos.