La alegría de las familias se plasmó en cada una de las imágenes capturadas por el lente de los fotógrafos de EL DIARIO, cuando sus seres queridos posaron con alguno de los personajes que animaron el día para integrar los recuerdos que ya forman parte de una de las tradiciones paceñas; sacarse fotografías para luego ser difundidas en el Decano de la prensa nacional.
Desde tempranas horas de la mañana, los niños junto con sus familiares se apostaron en los stands preparados para los retratos. Merlina, Sónico, Elsa y Bowser fueron los personajes animados con los que los pequeños posaron.
“Felicidades, ¡qué bien! que no se olviden hacer esta actividad que ya es tradición para nosotros”, señaló una mamá mientras hacía retratar a su niño junto a Sónico.
Cada participante venía con un disfraz ingenioso, algunos de personajes tradicionales del carnaval paceño: pepinos, chutas y cholitas; otros optaron por superhéroes como Hombre Murciélago, Hombre Araña, Capitán América y Mujer Maravilla. También hubo disfrazados de dinosaurios o de su dibujo animado de preferencia: Ladybug, Buzz Lightyear y Woody.
Tampoco pudieron faltar niños disfrazados del popular Chavo del 8 y del terrorífico Chucky, pero sin duda, el personaje del año fue Merlina, decenas de nenas optaron por representar a la hija de la familia Addams.
Asimismo, familias enteras se unieron a la alegría de compartir junto con sus pequeños y participaron de los retratos; por ejemplo una que estuvo de personajes de la película Batman; la abuelita vestida del Pingüino; la mamá, de Guasón; el niño, Batman y el papá de Alfred (el mayordomo).
El afán de los papás, abuelos, hermanos, incluso, amigos de la familia, por preparar a los chiquillos permitió acercar a las familias, en un tiempo de diversión “que haga trascender el momento de la fotografía”.
“Venimos desde que yo era niña, mi papá me trajo y ahora nos animamos con mi esposo a traer a nuestro hijo. Está disfrazado de explorador”, relató Mónica, mientras acomodaba a su niño en una de las tarimas que compartió con Bowser.
La alegría de los pequeñuelos era mayor cuando luego de posar junto a su personaje favorito, recibían una canasta llena de regalos. El astro rey también colaboró en la jornada, aunque en cierta parte del día la lluvia se dejó sentir, pero no afectó las actividades.
Fue una jornada maravillosa donde, de a poco, retornamos a las actividades que solían realizarse antes de la pandemia por el covid-19. Hasta el próximo año, donde esperemos volver a retratar a los chiquillos para que pasen a ser parte de esta tradición paceña.