A dos años y medio de promulgada la Ley del Cáncer, el Ejecutivo incumple con la reglamentación que debió realizarse en cuatro meses, la elaboración de una política nacional, la prevención y detección temprana y establecer cómo se van a financiar los recursos para los tratamientos.
La representante de la Asociación de Personas y Familiares con Cáncer del Hospital de Clínicas de La Paz, Susana Suazo, dijo que se está cumpliendo con la gratuidad en el tratamiento de los pacientes oncológicos, pero solo hasta cierto punto, y que en sentido estricto la Ley del Cáncer se incumple por la falta de reglamentación.
“Se tiene que generar un plan de lucha contra el cáncer y a la par que la ley pueda implementarse de la mano de la reglamentación, y en la reglamentación es fundamental que se plantee el financiamiento, de dónde va a salir el dinero, cómo se va a financiar para que no falte dinero en adelante”, indicó Suazo a ANF.
La Ley del Cáncer fue promulgada el 5 de septiembre de 2019 como resultado de diversas protestas como bloqueos de avenidas y huelgas de hambre realizadas por los pacientes y sus familiares -para un tratamiento gratuito- durante el gobierno de Evo Morales.
“Las quimioterapias gratuitas y los tratamientos de radioterapia gratuitos que se ha logrado no tiene vuelta atrás, y por eso es importante mencionar por lo menos en la reglamentación el financiamiento de la Ley del Cáncer”, enfatizó la representante.
Según Suazo, la demora en la promulgación de la ley se debe al “cambio de Gobierno y al problema del covid-19”.
“Sin embargo, ya ha pasado más de dos años, y lo que se ha pedido ahora es que en los próximos meses se trabaje en estos dos documentos -la reglamentación y un plan nacional- que son fundamentales para poder estructurar la lucha contra el cáncer y no solo se trata de parches porque no hay una planificación”, aseveró.
Otro reclamo urgente de los pacientes con cáncer, es que se trabaje en el diagnóstico de la enfermedad para evitar que las personas acudan en busca de tratamiento cuando el mal está totalmente avanzado y las oportunidades de sobrevivir sean mínimas.
“Estamos cansadas de que las personas lleguen demasiado tarde a sus tratamientos, vienen con tumores muy avanzados y a veces los tratamientos no llegan a tener los resultados”, afirmó la activista.
Suazo dijo que lo importante sobre esta enfermedad es trabajar en la prevención y en el diagnóstico oportuno que está contemplado en la Ley del Cáncer, así como generar estrategias adecuadas y espacios en los servicios de salud “para que las mujeres puedan ir con tranquilidad, así como los hombres, a hacerse el tratamiento sin temor”.
De acuerdo con las estadísticas, los tipos de cáncer más recurrentes en Bolivia son el cérvico-uterino, con el que por día fallecen de tres a cuatro mujeres, y el de mama, por el que fallece una al día. En el caso de los varones, el de próstata es el más recurrente.
Suazo indicó que por la pandemia del covid-19, enfermedades como el cáncer fueron relegadas por las autoridades para priorizar la atención del coronavirus, y las pocas campañas de prevención oncológica realizadas fueron muy limitadas.
“Se han hecho sí campañas en los centros de salud, pero hay que pensar en el impacto del cáncer en la sociedad, Bolivia es uno de los países de Latinoamérica que tiene la tasa más alta de cáncer cérvico-uterino, y esta enfermedad se puede prevenir con el papanicolau, pero pasa que en Bolivia las mujeres por temor o por vergüenza no asisten a sus controles que son gratuitos”, indicó.
Refirió que la prevención contra el cáncer se debe trabajar desde los colegios, desde los clubes de madres, desde las organizaciones de mujeres y hombres, debido a las barreras culturales que existen, porque “todo esto hace que las campañas de papanicolaou no tengan efecto, o que a veces las mujeres asustadas ya no regresen a recoger sus resultados porque sospechan que tienen algo”.
A esto se suma la inadecuada atención y trato que reciben las mujeres y hombres en los centros de salud, lo que genera que los pacientes decidan ya no volver al lugar, entonces “hay que hacer todo un trabajo estratégico que no solo termina en la campaña, sino en hacer un seguimiento de la persona enferma para acompañarla en el tratamiento”.
Suazo afirmó que a veces la paciente al ver solo una sospecha de cáncer se asusta y desaparece dos a tres años, por algo que podría haberse superado ni con una operación, sino con una intervención rápida, pero “pasados los años el cáncer ha avanzado”.
«Entonces es necesario trabajar muchas áreas de sensibilización de los profesionales, de las barreras culturales que a veces en los colegios se fortalecen, hay que trabajar en los medios de comunicación, porque dejamos la salud de lado, nos sentimos mal, pero decimos «no, mejor lo posponemos»», reseñó ANF.
Suazo indicó que la reciente dotación de dos médicos para la Unidad Oncológica del Hospital de Clínicas es insuficiente para abordar la dimensión de las necesidades de los pacientes. Dijo que en el marco de la Ley del Cáncer es necesario instalar una red oncológica de acuerdo al tipo de cáncer que existe, por departamentos, para contar con los especialistas y así dar una respuesta más oportuna a los bolivianos, frente al aumento sostenido de cifras de la enfermedad.
“Esto hace que pensemos que tenemos que actuar de manera más oportuna con el diagnóstico y la prevención, y que la Ley del Cáncer funcione en estos tipos de temas porque si no vamos a seguir en lo mismo y solo van a hacer cosas para el día, paliativas”, recalcó.