La población alteña salió a las calles aprovechando las vías expedidas debido a la prohibición de circulación para motorizados por el Día del Peatón, donde familias enteras dedicaron la jornada al esparcimiento.
Desde horas de la mañana de ayer, muchas familias alteñas decidieron salir a las calles junto a sus hijos y mascotas para tomar las vías expeditas que se pudieron ver durante casi todo la jornada, lo cual fue aprovechado en este Día del Peatón que se realiza cada primer domingo de septiembre del año.
Las vías principales, como la avenida Juan Pablo II, 6 de Marzo y otras arterias amplias estuvieron llenas de ciclistas, el paseo con sus mascotas o simplemente una caminata en familia, donde se pudo advertir que el cumplimiento de las medidas de bioseguridad fueron cumplidas en la mayoría principalmente con el uso del barbijo.
Varias personas vieron la diferencia entre un día normal de congestionamiento vehicular, la aglomeración de gente y el ajetreo de las personas de poder llegar a su fuente de trabajo, con un día de tranquilidad, donde no se escucharon los constantes bocinazos, el ruido de los motores de todos los días por parte del transporte público.
“Verdaderamente fue un día de mucha tranquilidad donde pudimos advertir una enorme diferencia, gracias a Dios este Día del Peatón hemos pasado junto a la familia en la calle, porque estuvimos libre de todo ruido de motores, por eso pedimos a las autoridades que un día como este debería implementarse por lo menos una vez al mes, porque es necesario para la familia”, indicó un vecino de la zona de Río Seco.
Por su parte, el municipio implementó en este Día del Peatón varias actividades deportivas y de distracción como bailes y algunos juegos de antaño, las mismas que fueron centradas en la avenida Cívica del Distrito municipal 1.
Muchas familias se dirigieron a este sector de la urbe alteña llamado también El Prado alteño, donde la mayor atracción de las personas mayores fueron los juegos de antaño como la choca, el ula ula, el trompo, entre otros, además del baile de la zumba para jóvenes y niños, quienes se divirtieron en familia durante todo el día.
Por otro lado, varias calles adyacentes a las principales avenidas fueron aprovechadas por el comercio, donde la venta de comida rápida, frutas y helados de canela fueron los más requeridos de los comensales, quienes luego de caminar por varios kilómetros, lograron compartir un plato de comida en familia o unos helados o simplemente descansar en plazas y parques.
La demanda durante todo el día también tuvieron los talleres de bicicletas que no descansaron en su labor de reparación de estos medios de transporte que fueron imprescindibles ayer.
“Es un día al año que tenemos este tipo de grandes ingresos económicos y hay que aprovecharlas, dijo el dueño de un taller que desde el inflado de llantas hasta el cambio de aros o el arreglado de frenos fueron los más requeridos, gracias a Dios tuvimos un día de buen ingreso”, señaló el propietario de un taller de la avenida Juan Pablo II.