El poco control policial en diferentes barrios de El Alto dio lugar a la circulación de algunos motorizados sin autorización, actitud que puso en riesgo la integridad física de las familias que salieron de paseo en el Día del Peatón.
Varios son los puntos estratégicos como las extrancas de Río Seco, Senkata, Ballivián y cruce entre las avenidas Juan Pablo II y Alfonso Ugarte, donde a falta de un control policial, muchos vehículos particulares y minibuses del servicio público hicieron de las suyas transportando pasajeros.
Esta actitud fue reprochada por los peatones, quienes tuvieron que detenerse bruscamente y hacerse a un lado de la calzada por el riesgo que representaban estos motorizados en medio del camino, donde niños, jóvenes y personas mayores se encontraban transitando.
Uno o dos efectivos del Organismo Operativo de Tránsito (OOT) se presentaron en algún punto de estos sectores, pero poco o nada lograron hacer, porque no hubo principio de autoridad para hacer cumplir las disposiciones emanadas mediante una ley y resolución municipal.
De la misma manera, motociclistas que también están dentro de las prohibiciones, tuvieron casi un día normal de circulación a quienes los pocos efectivos del OOT no tuvieron ni la intención de una llamada de atención, por lo que de la misma manera pusieron en peligro la vida de los niños que paseaban en sus bicicletas en medio de la calzada.
Un recorrido efectuado por EL DIARIO pudo advertir todas estas anomalías, donde en el intento de tomar algunas fotografías a los pocos efectivos de tránsito en varios de estos puntos, esta labor periodística fue impedida, con argumentos que no tienen justificativo.
“Si es periodista dónde está su uniforme, por qué no lleva su credencial colgado”, fue el trato agresivo de algunos pocos policías que se encontraban en la Extranca de Río Seco, a pesar de que el periodista de este medio se identificó tal como corresponde.
La molestia de muchas personas, a causa de este mal servicio efectuado en Día del Peatón en varios puntos de la urbe alteña, fue reflejada, porque la falta de este control policial puso en peligro la integridad física de las personas que en ese momento disfrutaban de un espacio libre junto a sus familias y tuvo que ser interrumpido, por la circulación de algunos motorizados que no tenían el permiso correspondiente para circular.
Otro aspecto de este control deficiente por parte del Organismo Operativo de Tránsito de El Alto fue al no hacer cumplir el horario de prohibición de circulación hasta las 17.00, donde varias horas antes, se pudo advertir la presencia de vehículos particulares hasta del servicio público en diferentes barrios de la urbe alteña.