Ante las polémicas declaraciones del canciller del Estado, Rogelio Mayta, que califican a los medios como operadores políticos de la oposición, los expresidentes Jorge Quiroga y Carlos Mesa cuestionaron estas afirmaciones al señalar que el Gobierno intenta amedrentar a la prensa por informar sobre el fraude electoral y la persecución política en contra de los opositores.
Los exmandatarios señalaron que las declaraciones del titular de la cartera de Relaciones Exteriores se deben a la cobertura realizada por los medios sobre la reciente interpelación a Luis Almagro ante el Concejo Permanente de la OEA.
Para el expresidente, Jorge Quiroga, estas manifestaciones que cuestionan la imparcialidad de medios de comunicación nacionales se deben a la derrota de las autoridades bolivianas en la OEA en su intento por justificar las acciones de Evo Morales en 2019 y posicionar la teoría del supuesto golpe de Estado a nivel internacional.
“Gobierno de Luis Arce convocó a Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos para defender fraude de Evo; fueron por lana y salieron trasquilados, perdieron 4-1 y ahora culpan a medios por informar de su derrota. El MAS quiere que creamos lo que dicen y no lo que vimos. Se están hundiendo, no sigan cavando” expresó Quiroga.
Sobre este mismo tema, el expresidente y líder de la alianza Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, señaló que los calificativos para la prensa buscan acallar la labor de los medios de comunicación y de esta forma silenciar las denuncias referidas al fraude electoral y sobre la persecución política en contra de exautoridades y ciudadanos que defendieron la democracia.
“El régimen de Evo Morales-Luis Arce se ensaña contra la prensa para que callen frente al gigantesco fraude y la persecución política. La libertad de expresión y de pensamiento, la verdad y la democracia, incomodan al MAS que siempre buscará destruirlas”, manifestó Mesa desde redes sociales.
En una entrevista concedida al canal estatal, el canciller Rogelio Mayta, califico a medios de comunicación como “actores políticos de la oposición” a los que la población ya tiene identificados.