Debido a esta situación, poblaciones rurales peruanas fronterizas con Bolivia, Cojata y Huancané decidieron movilizarse para rechazar actividades mineras que existen en la zona debido a que pusieron en riesgo las aguas del río Suches y la crianza de alpacas, una actividad de la cual viven indígenas que habitan el lugar viven, indicaron medios locales.
“Funcionarios de la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) del Perú y representantes del Ministerio Público se apersonaron a la cuenca de Suches en Puno (región fronteriza con Bolivia). Allí verificaron la contaminación ambiental de las zonas aledañas producida por la minería informal”, señalaron también los reportes de prensa.
Según medios peruanos, “tras realizar las pruebas correspondientes, el director del DREM, Holger Cari, comentó que en el lado peruano existen cuatro operaciones mineras, mientras que en el lado boliviano se tiene como 200, de allí viene la contaminación, en este lado, tenemos controlado este asunto”, denunció.
Por la magnitud del problema debido a que el río Suches está vinculado, directamente, con varias poblaciones nacionales, Brújula Digital conversó con el director del Área Protegida Natural de Apolobamba, Ramiro Mayta Suxo, para conocer qué esta pasando con la contaminación de aguas por actividades mineras en la zona y si esta situación puso en riesgo la crianza de alpacas en la región. “En toda la cuenca del río Suches existe actividad extractiva de minerales, pero estamos haciendo constante monitoreo de la calidad del agua que viene desde el lado peruano y llega hasta el lago Titicaca”, informó Mayta.
Dijo que las poblaciones bolivianas más próximas a la frontera con el Perú y donde existen problemas sociales, son Ucha Ucha y Ulla Ulla.
“Están aproximadamente tres horas del lugar y, por el momento, no existe problemas como informan medios peruanos”, apuntó Mayta.
En los últimos 10 años, el número de operaciones en la pequeña minería aurífera ha crecido en un 300 %, se están explotando sobre todo vetas de cuarzo con oro nativo y sulfuros acompañantes, que están ubicados en toda la cordillera oriental del país, informó el Periódico Digital del Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB). (Brújula Digital)