Sirpa y su equipo de colaboradores que forman la empresa Mutante, durante más de cuatro meses, fueron los encargados de diseñar y elaborar el personaje que mide poco más de siete metros y pesa 900 kilos. Este nuevo atractivo se encuentra en la avenida Final Castillo zona Alto Lima y es la quinta obra que el artista tiene en edificaciones que están en El Alto.
“Después de tantas noches, de transnocharse y trabajar hasta altas horas de la noche, mi equipo y yo lo concluimos con esfuerzo. Ahora esta es la recompensa de colocar el cherry de la torta”, expresó Sirpa, a El Diario, cuando colocaban el personaje en el frontis del edificio donde funcionará el salón de eventos que lleva el mismo nombre.
La estructura de Bumblebee es metálica, tiene partes de plancha, fibra de vidrio, resina y luces, además emite sonidos que simulan la voz del personaje ficticio.
“Está construido con cuidado porque tiene que durar (pues) estará a la intemperie, por eso está garantizado para que tenga cinco meses (en buenas condiciones), de ahí si se debe hacer un pequeño mantenimiento (más que todo limpieza). Su estructura está adecuada para que soporte las adversidades del clima; sol, lluvia”, garantizó.
Apuntó que trabaja en nuevos proyectos como un dios egipcio que mide cinco metros y una virgen, para el carnaval de Oruro.
En tanto que Churata, quien falleció hace más de un año, fue el que motivó a Sirpa a trabajar en esta obra. El arquitecto diseñó y estilizó la urbe alteña con más de 30 “edificios transformers”, un estilo que inició y conquistó a los vecinos de El Alto. En la actualidad, incluso, esas obras son parte de recorridos turísticos.
La edificación del inmueble fue finalizada por la hija de Churata; Marjhely, quien quedó a cargo de la Constructora Transformers y junto con sus trabajadores culminaron uno de los últimos sueños de Santos.
“Por fin Bumblebee ya está en su casa, es el sueño cumplido a mi padre; Santos Churata Lozada, es hora de dar vida a este autobots”, expresó emocionada la joven profesional cuando trasladaban el personaje sobre la chata de un tráiler desde la zona de Chuquiaguillo de La Paz hasta Alto Lima, en El Alto.
La travesía del traslado tomó dos días, la gente que vio pasar la comitiva quedaba intrigada y perpleja por el tamaño del robot. Luego, vino la parte más delicada; el colocado del autobots en una especie de pedestal que estaba al frontis del edificio, les tomo casi toda una jornada hacerlo. “Estuvimos hasta las tres de la mañana de hoy (por ayer)”, aseguró Sirpa.
Luego, fue la inauguración del salón de eventos Bumblebee y la tradicional ch’alla organizada por los propietarios del lugar y seguida de una recepción social.
“La mano de obra de los obreros nacionales que son artistas, no tienen nada que envidiar a la de extranjeros”, manifestó Sirpa.