A días de cumplirse el primer año de gestión del presidente Luis Arce Catacora, este próximo ocho de noviembre, el representante por el departamento de Tarija expresó su preocupación ante la posibilidad de que el Gobierno del MAS incurra en mayores presiones tributarias para lograr paliar el déficit fiscal.
Paz, lamentó que la deuda contraída con el Banco Central de Bolivia (BCB), de Bs 15 mil millones, sirva para financiar gastos corrientes y subvencionar a las empresas públicas deficitarias que están en la quiebra técnica al no lograr cubrir sus gastos de operación. “Estas empresas adeudan más de Bs 127 mil millones a la Banca”, puntualizó.
Sostuvo que se trata de un gasto político clientelar para mantener a un “Estado secante”, por lo que manifestó su temor de que después de contraer la deuda, el Gobierno incurra en presiones tributarias, traducidas en impuestos para no reducir los gastos corrientes.
Por otra parte, advirtió que el endeudamiento del Estado para el financiamiento interno hace que crezca la cantidad de dinero en bolivianos, sin tener un crecimiento equivalente en dólares, lo que pone en riesgo la estabilidad cambiaria, toda vez que las Reservas Internacionales Netas (RIN) cayeron de 15.123 millones de dólares, en 2014, a 4.999 millones de dólares, en febrero de 2021.
Advirtió que otro problema detectado es que el Gobierno no logra resolver el tema del contrabando que hace que los productores bolivianos ajusten sus precios y tengan que competir con productos importados de menor costo.
Informó además que de acuerdo al Instituto Boliviano de Comercio Exterior, hasta junio de 2021, las importaciones subieron de 3.200 millones de dólares (en 2020) a 4.124 millones de dólares, sin mencionar lo que ingresa al país de manera ilegal.