Los habitantes de la comunidad Yumani de la isla del Sol del lago Titicaca determinaron contratar los servicios de una profesional restauradora para la evaluación de los daños en el palacio inca de Pilkokaina, donde el frontis principal de la estructura lítica se desmoronó por las intensas lluvias de febrero pasado, que debilitaron los muros hechos con piedra y argamasa.
El dirigente de Yumani, Mario Pusari, explicó que la determinación fue asumida después de realizarse dos reuniones con autoridades estatales, en las que se informó que la restauración de la edificación arqueológica podía realizarse con fondos de proyectos, “pero que su ejecución podría prolongarse por más de un año”.
“Los comunarios conocemos el manejo de la piedra y la argamasa por generaciones, podíamos iniciar los trabajos, pero respetamos las normas establecidas por tratarse del patrimonio arqueológico y aceptamos el asesoramiento técnico con arqueólogos del Estado pero que aún no llegaron al lugar. Mientras tanto contactamos a la conservadora boliviana Paola Carvallo para una evaluación de los daños que afectaron a Pilkokaina”, aseveró.
Pre-inka
La comunidad Yumani se encuentra al sur de la milenaria isla del Sol, a unos 500 metros más al sur se ubica el palacio inca de Pilkokaina con su frontis construido en dirección al este que se edificó cerca de la cima de la montaña Quñuani junto a terrazas agrícolas, es una estructura lítica rectangular de 15,5 metros por 13,4 metros, tenía dos plantas, en su interior existen pequeñas habitaciones pero de gran altura, su planta baja todavía conserva sólidos muros hechos con piedras sin trabajar y argamasa.
Según la obra “Copacabana” (1957) de Maks Portugal y Dick Ibarra Grasso, el sitio se conocía como “Qayma” que significaba “algo dejado” o “algún rincón poco frecuentado”. Ambos autores de mediados del siglo pasado describen el lugar como una edificación lítica con detalles arquitectónicos que provienen de más antes, de las culturas preincaicas como Tiwanaku y los señoríos aymaras.
Sus puertas son ligeramente trapezoidales con el dintel más angosto que el umbral, aunque algunas puertas tienen las jambas verticales. “El estilo general de la construcción es transicional ya que hay detalles incaicos y tiwanacotas-collas, por ejemplo en las puertas provistas de jambas verticales tienen dinteles adornados en base a líneas escalonadas y a sus costados hay nichos trapezoidales de bordes igualmente escalonados”, los investigadores atribuyen estos rasgos a los tiwanacotas.
Otra de las leyendas que mantienen los comunarios de Yumani se refiere a que el sitio es conocido como el “lugar donde reposa el ave” (por la etimología de Pilko que significa colibrí y Kaima que tiene el significado de lugar de descanso), una edificación arqueológica con suma importancia que pudo haber sido erigida como una solemne morada temporal para cuando el Inca (líder supremo) decidiera visitarla.
Sin embargo, el tamaño reducido de las habitaciones de su interior construidas con piedra sin tallar y argamasa de arcilla que se expanden para crear formas trapezoidales, sugieren que pudieron funcionar como altares para las “wakas” o deidades incaicas. Junto con Pilkokaina en Yumani se encuentran las ruinas de Chinkana, el mirador Pallakasa, la Escalera del Inca que conduce a la “Fuente de la juventud”, conformada por tres vertientes que descienden del cerro y que una de ellas ya se ha secado.
En la isla del Sol del lago Titicaca del municipio de Copacabana, con más de 10 kilómetros de largo y más de cuatro kilómetros de ancho, se encuentran las comunidades de Ch’alla al centro y Challapamapa al extremo norte, en cada una de ellas existen más estructuras líticas y rocas consideradas sagradas y de donde habrían aparecido Manko Kapac y Mama Ocllo, los precursores del imperio Inka que tuvo su desarrollo cultural del 1200 al 1533 de nuestra era.
Conocimiento por
generaciones
Otro de los dirigentes de la directiva de la comunidad Yumani, Norberto Callizaya, aseguró que los habitantes del lugar son conocedores de la construcción con piedras sin tallar y argamasa, y que inclusive conocen el lugar de donde se pueden conseguir más piedras, si fuese necesario.
Exigimos que se realice la pronta restauración de Pilkokaina que ha sido afectado por las intensas lluvias de este año, nosotros podemos comenzar los trabajos conocemos el rasgo original y “del que se cuentan con planos y fotografías, solo esperamos que nos den luz verde para comenzar”, añadió.
El dirigente, Ángel Paye, se refirió a que existen familias de constructores que saben por generaciones el manejo de la piedra y argamasa. Mencionó los nombres de Julián Mamani, Gregorio Chauca, Wálter Ramos y Edwin Callizaya, quienes están prestos para colaborar y asumir la restauración del principal atractivo arqueológico de Yumani.
Expresó el sentimiento de la comunidad que es de mucha preocupación y reiteró el pedido de la pronta restauración, porque se “trata de un sitio ceremonial que merece respeto”.
Según las primeras evaluaciones realizadas por la restauradora, Paola Carvallo, “el frontis de Pilkokaina está afectado por las lluvias, sin afectar el interior que se encuentra estable, pero se debe actuar pronto y es lo que haremos, hay muchos vestigios del sistema constructivo y esa es una información valiosa”.
Una reunión programada para este 25 de abril en la ciudad de La Paz entre los comunarios y las autoridades estatales, definirá el inicio de las obras de restauración, mientras que el Estado se libera de la ejecución de los trabajos por la Ley de Autonomías, la comunidad tiene previsto cancelar por los servicios de la profesional restauradora. (Edwin Conde Villarreal–CienciaBolivia)