Para el ex jefe de Estado, Carlos Mesa, los problemas heredados al país a consecuencia de años de descuido en la atención de los sistemas de salud, continúan hasta la fecha, esto es evidenciable por el deficiente plan para la compra de vacunas y la inmunización de la población. Además, se refleja en los índices de desempleo, violencia doméstica, y el acceso a la educación virtual.
“Un año de pandemia en Bolivia y los problemas continúan: no hay datos confiables, el sistema de salud sigue en crisis, se pierden miles de fuentes de trabajo, la gestión escolar es desastrosa, la violencia doméstica crece, la ineficiencia, insensibilidad y desidia no cambiaron, la compra de vacunas es poco transparente, insuficiente y electoralizada; y la incertidumbre, el miedo y la indignación crecen”, expresó Mesa, mediante redes sociales.
Agregó que queda un gran reconocimiento al pueblo boliviano que sufre y enfrenta día a día la desgracia, esperando que pronto llegue el final de la pandemia.
Para el ex presidente Jorge Quiroga Ramírez, el peligro de nuevos rebrotes aún no ha pasado, y es necesario que tomar las medidas necesarias para que el país no se vea sorprendido por el ingreso de nuevas cepas originadas en países vecinos.
Sostuvo que para enfrentar de mejor manera una posible tercera ola es necesario que desde el Gobierno se prioricen campañas de vacunación masiva y mejoramiento en la calidad de los tratamientos.
“A un año de la devastadora pandemia, el mayor peligro para Bolivia es una tercera ola impulsada por la peligrosa variante brasileña. Gobierno debe acelerar vacunación, mejorar tratamiento, incrementar prevención y tomar medidas que eviten que la mutación amazónica dañe nuestro país” expresó.
El 10 de marzo de 2020 en el país se reportaron los primeros dos casos del virus, ante esta situación, el gobierno de la entonces presidenta Jeanine Añez, decretó la cuarentena general en todo el territorio nacional a partir del domingo 22.
Tras un año del coronavirus en Bolivia se reportaron más de 255.000 casos positivos en la población, mientras que la cifra de decesos bordea las 12.000 muertes.