Un estudio publicado por el American Heart Association reveló que 33,5 millones de personas o el 0.5 % de la población mundial sufre de fibrilación auricular, el más frecuente trastorno del ritmo cardíaco. La fibrilación auricular es un problema con la velocidad o el ritmo de los latidos del corazón y muchas veces no existen síntomas para esta condición, de hecho, a veces se diagnostica por casualidad en una revisión rutinaria.
Las molestias más comunes son: palpitaciones (latido rápido e irregular del corazón) y cansancio muy marcado al realizar las actividades cotidianas. La fibrilación auricular se asocia a un incremento del riesgo de ocurrencia de un derrame cerebral, insuficiencia cardíaca, demencia e inclusive la muerte.
Los factores que pueden aumentar el riesgo de fibrilación auricular incluyen los siguientes: Edad, enfermedad cardíaca, presión arterial alta, enfermedad de la tiroides, diabetes, enfermedad pulmonar o apnea del sueño, obesidad y antecedentes familiares.
Dependiendo de las circunstancias y la gravedad en cada caso, hay tres formas de tratar esta condición: Fármacos y anticoagulantes o medicamentos que pueden evitar la aparición de la arritmia, controlar la frecuencia cardíaca cuando aparece y reducir complicaciones.
La Cardioversión intenta revertir la fibrilación auricular, es decir pasarla a un ritmo cardíaco normal. Y por último la ablación, una técnica mínimamente invasiva que normalmente se realiza mediante una vena periférica como la femoral hasta la aurícula izquierda para poder restaurar el ritmo normal.
La ablación de la fibrilación auricular se realiza, generalmente, en pacientes con una probabilidad razonable de curación y que siguen presentando fibrilación auricular a pesar de tomar medicación anti arrítmica. En ciertos casos se puede considerar como primera opción de tratamiento ya que se asocia a una mayor tasa de curación y es de bajo riesgo en manos expertas.
El Dr. Daniel Benhayon, cardioelectrofisiólogo y el Dr. John Cogan, cardioelectrofisiólogo y Director médico del departamento de electrofisiologia de Memorial Healthcare System en el Sur de la Florida, ambos expertos en el manejo de la fibrilación auricular, nos explican sobre esta técnica mínimamente invasiva.
“Hay dos procedimientos para realizar la ablación de la fibrilación auricular; cirugía cardiaca y mediante catéter. La cirugía cardíaca es más eficaz, pero se reserva para casos muy concretos o pacientes que van a ser sometidos a otra cirugía cardíaca. Habitualmente, se prefiere el procedimiento mediante catéter, ya que es muy efectivo en el paciente correcto y de bajo riesgo”, afirman los expertos.
Si la ablación de la fibrilación auricular ha resultado exitosa, es probable que el paciente pueda abandonar el tratamiento antiarrítmico, puesto que se ha eliminado el origen de la arritmia. La decisión de retirar todo, nada o parte del tratamiento, es tomada por el médico, valorando cada caso y basándose en los antecedentes y en las pruebas realizadas a cada paciente.
Dado que la ablación es un procedimiento que se lleva a cabo empleando catéteres flexibles que se introducen a través de una vena o una arteria, normalmente de la ingle, a los pocos días el paciente puede reincorporarse a su actividad cotidiana sin impedimentos.